Las piezas Lego se han convertido en una de las más famosas entre los más pequeños. Esto se debe a que son coloridas, divertidas y, sobre todo, fáciles de usar. Además, nos podremos encontrar con una infinidad de posibilidades, dependiendo de la edad y, también, de sus gustos.
Sí que es cierto que las primeras sensaciones entre los más pequeños serán de libertad al usar sus piezas favoritas. Del mismo modo, podrán desarrollar su imaginación construyendo distintos edificios, coches o personas. Los niños no tendrán límite a la hora de crear y, por eso, proporcionará una infinidad de opciones muy válidas para todos.
Las construcciones de Lego fueron creadas para el desarrollo cognitivo de los niños, estimulando sus habilidades motoras e incitando a que los más pequeños entrenen su inteligencia. Es por eso que, de esta manera, proporcionará multitud de ventajas, de los que los más pequeños podrán beneficiarse.
Esta forma de construcción estimulará el pensamiento de los más pequeños. Esto se debe a que se podrán crear distintos espacios, cantidades, dimensiones o proporciones. Además, podrán realizar equilibrios, aprenderán a dividir a sumar o a restar. De esta manera, se desarrollará esa forma matemática que muchos niños tienen totalmente olvidada.
De la misma forma, jugar con Lego estimularán aquellas habilidades motoras finas. Estas son el control de pequeños movimientos de las manos y de los dedos. Por eso, jugar con estas piezas ayudará al niño a controlar estos movimientos, podrá comprender la presión de sus manos y cómo colocar las cosas.
También, el juego Lego ayudará al pequeño a concentrarse y a poner su atención a las cosas pequeñas. En el caso de que las piezas no encajen, el niño comenzará de nuevo, intentando encontrar su error, y haciendo todo lo posible para no volver a repetirlo. De este modo, con cierta perseverancia y paciencia podrá crear construcciones más profesionales y elaboradas.
Construir una pieza Lego siempre suele ser algo complicado. Por eso, armar algo que quede bonito, que sea presentable y que conlleve un esfuerzo hará que el pequeño se sienta muy feliz y realizado. Esto tendrá un efecto muy positivo en el pequeño y, sobre todo, en su autoestima.
También, los bloques de Lego podrán ser fundamentales para que los pequeños socialicen entre ellos. De esta forma, los niños se podrán llevar estos juegos para compartirlo con sus amigos en cualquier espacio, que puede ser el colegio, la guardería o un parque. Además, todos se deberán poner de acuerdo para poder montar la obra de Lego ideal, aportando cada uno de ellos ideas e indicaciones de cómo lograrlo. Solamente de esta forma podrán construir un proyecto en común.