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Estimular la creatividad y la imaginación de lo niños a través del juego es una de las mejores cosas que podemos hacer por ellos. Para conseguirlo es muy importante seleccionar muy bien el tipo de juguetes que les compramos, atendiendo a su edad y a las posibilidades de estímulo y desarrollo que nos ofrecen.
Seguro que ya has vivido en alguna ocasión que tu hijo abandone en cuestión de minutos un juguete impresionante que le acabas de regalar. Lo más posible es que un primer momento le haya hecho mucha ilusión descubrirlo, pero es posible que poco después haya comprobado que no le ofrece posibilidades de juego.
La imaginación y la creatividad son fundamentales para su desarrollo y experimentarlas les produce un gran placer, además de reportarles numerosos beneficios, tanto a nivel social como emocional. Para fomentarlas, te sugerimos una serie de juguetes infalibles que les harán disfrutar muchísimo, al tiempo que les ayudamos a crecer como personas.
Para un niño el espacio exterior es la puerta a un mundo nuevo, lleno de posibilidades para aprender e imaginar. Sin duda es algo que puede resultarles demasiado abstracto cuando son pequeños, pero que gracias a este juguete pueden darle una forma que haga que vuele su imaginación. Se trata de un Sistema Solar 3D, que les permite tocar los planetas, colocarlos en el lugar que ocupan en el espacio e, incluso, aprender qué es un eclipse.
Además de asimilar conceptos, pueden desarrollar la motricidad fina y, por supuesto, imaginar sin límites. Está fabricado con madera e incluye una guía educativa y una bolsa de tela para guardar los planetas. Es de Boutchou y su precio es 33,95 euros.
La plastilina es uno de los mejores ejemplos de que menos es mas a la hora de pensar en juguetes para niños, y que hay algunos clásicos que no han perdido nada de su valor. No hay niño que no disfrute jugando con plastilina, ya que les permite dar rienda suelta a su creatividad e imaginación.
En ocasiones buscan imitar con ella la realidad, pero otras veces se trata de recrear lo que hay en su cabeza sin pensar en imposibles. Por eso es un juego que nunca cansa, y no debería faltar nunca entre los juguetes de un niño. Además, les permite desarrollar sus habilidades manuales. Estas plastilinas son de Play-Doh y vienen en un pack con 8 botes de diferentes colores. Precio: 7,95 euros.
Las piezas de madera ofrecen infinitas posibilidades a la mente de un niño para desarrollar la creatividad y la imaginación. Este octágono incluye 32 piezas de colores con forma triangular, pintadas a mano con tintas con pigmentos naturales y sin tóxicos. La madera procede de bosques sostenibles.
Con este conjunto de piezas las posibilidades de crear son incontables, haciendo que los niños se sorprendan con lo que son capaces de hacer y su autoestima aumente con ello. Un solo juego para jugar de una forma nueva cada día. Es de Dideco, y su precio es 33,75 euros.
Transformarse en quienes ellos quieran es una experiencia maravillosa para los niños. Los disfraces de todo tipo ayudan mucho a crear diferentes personajes, pero el maquillaje permite una transformación del rostro que les divierte y estimula desde el primer momento. Deja que tengan siempre a mano unas barras de maquillaje para convertirse en un animal, un villano, un personaje inventad, etc. Su imaginación no tendrá límites.
Esta caja contiene 6 barras de maquillaje de diferentes colores. No son grasas y se limpian fácilmente con agua y jabón. Están testadas dermatológicamente y no contienen parabenos ni alérgenos. Son de Dideco y su precio es 7,85 euros.
Este juego de construcción Feber Build On Centro de Actividades es una auténtica maravilla. Contiene 44 paneles y 88 conectores muy fáciles de utilizar. Con ellos los niños pueden dejar volar la imaginación y desarrollar al máximo su creatividad.
Por un lado podrán crear todo tipo de espacios: una casita, un túnel, un laberinto, un avión… y una vez construidos inventar en ellos todo tipo de aventuras. Los paneles son muy resistentes y pueden exponerse sin riesgo a la luz solar. Este juego está recomendado para niños a partir de 3 años. Precio: 95 euros.