Durante la lactancia nos asaltan multitud de dudas acerca de la compatibilidad de esta con la toma de medicamentos. Pero también sobre si es seguro utilizar determinados productos cosméticos o si hay que abandonarla cuando nos pica un insecto o hemos entrado en contacto con un producto tóxico.

Muchas mujeres abandonan la lactancia de manera temporal por motivos que no lo requieren por falta de información, y aquí es donde entra en juego e-lactancia, una web que se ha convertido en toda una referencia tanto para profesionales como para mujeres que dan el pecho. En ella se puede consultar la compatibilidad de la lactancia materna con medicamentos, pero también con tóxicos, plantas y enfermedades.

La información la aportan pediatras de la Asociación para la Promoción e Investigación Científica y Cultural de la Lactancia Materna (APILAM), y entre sus objetivos destaca generar y custodiar aquellos conocimientos sobre la lactancia materna que estén científicamente validados; promocionar la lactancia materna como un método de vida sano, ayudando a conseguirlo a las mujeres que así lo desean con el asesoramiento necesario; del mismo modo asesoran a profesionales sanitarios y difunden todos los aspectos, tanto científicos como culturales, que están investigados; y apoyan el parto y la crianza respetuosos, además de las políticas de conciliación de la vida familiar y laboral.

También participan en la creación de un Centro Cultural y de Estudios de Lactancia, que funcione como un museo cultural y un centro de estudios en el que se pueda disfrutar de obras artísticas relacionadas con la lactancia y que los investigadores acreditados puedan realizar consultas en su biblioteca y hemeroteca.

El funcionamiento no puede ser más sencillo. Nada más entrar en la web encuentras el cajón en el puedes introducir el término sobre el que quieres hacer la consulta y al momento tienes todas las opciones de términos similares que puede que se aproximen más a lo que quieras saber y, una vez que los pinchas, aparece la resolución junto a una detallada explicación de cómo funciona la sustancia en tu organismo y cómo repercute en la lactancia. Si existe algún riesgo, siempre que se puede desde la web te ofrecen alternativas seguras para que no tengas que renunciar a la lactancia, siempre que sea posible.

Quiere decir que es seguro y compatible, sin riesgo para la lactancia y el lactante. Se considera así porque hay suficiente información publicada en textos científicos o porque tiene más de una de las siguientes características: no se ha demostrado toxicidad, ha habido un uso que se considera frecuente en neonatos o lactantes pequeños sin que haya habido efectos secundarios, consumo habitual extenso, y consenso de los expertos sobre esta valoración. Cuando es así consideran que puede tomarse con un margen de seguridad muy amplio. Un ejemplo sería el paracetamol, que puedes tomar en las dosis correctas sin correr ningún riesgo.

Cuando una sustancia se etiqueta así quiere decir que es bastante seguro y probablemente compatible. El riesgo es leve o poco probable de que haya efectos adversos de poca levedad sobre el lactante y la lactancia, o bien no hay datos publicados que indiquen que existe un riesgo. Advierten, eso sí, que hay que hacer un seguimiento de la toma de la sustancia y considerar las dosis, los intervalos horarios en la administración, durante cuánto tiempo se toma, qué edad tiene el lactante, etc.

Los productos que se consideran de riesgo alto son poco seguros, y recomiendan valorar todos los datos que te ofrecen y que valores las alternativas que te proponen y la relación que hay entre el riesgo y el beneficio de tomarla. Al tratarse de un producto difícil de compatibilizar con la lactancia ya que es poco seguro, si no podemos utilizar la alternativa que ofrecen recomiendan la supresión temporal de la lactancia, ya que es probable la aparición de efectos adversos mientras el fármaco no se haya eliminado completamente del cuerpo de la madre. Si es posible, recomiendan extraer leche días antes para almacenar y poder dársela al lactante durante el tiempo que estemos tomando el fármaco sin ponerle en riesgo.

Cuando una sustancia está etiquetada como de riesgo muy alto quiere decir que es insegura y está contraindicada por completo. Por lo tanto, si no hay una alternativa recomiendan el cese total de la lactancia.

La conclusión la sacan por las características de la sustancia y por la publicaciones científicas que se han hecho sobre ella y no dejan lugar a dudas sobre la interrupción de la lactancia para evitar que perjudique al bebé. Normalmente son sustancias que permanecen en el cuerpo de la madre demasiado tiempo como para considerar posible detener la lactancia de manera temporal.