Laura Escanes y Risto Mejide ya están de vuelta en Barcelona tras disfrutar de los primeros días del año en Nueva York, el primer viaje en familia que realizan desde el nacimiento de su hija Roma, que acaba de cumplir tres meses. Si hace unos días la influencer era tachada de madre imprudente por este viaje, ahora se ha visto envuelta en una nueva polémica por hablar a su hija en catalán.
“Buenos días. Estaba leyendo Twitter porque me salen las noticias donde me mencionan y me ha saltado esto que os voy a poner ahora y no entiendo”, contaba la influencer a través de su cuenta de Instagram. Con la pequeña Roma aún dormida, la mujer de Risto Mejide aprovechaba para charlar con sus seguidores y desmentir una noticia sobre ella. Todo comenzó cuando su marido publicó en redes sociales un story de la influencer hablando en catalán con su hija y un medio se hacía eco de ello.
“Han publicado eso como si yo hubiera recibido mensajes diciendo que ‘qué hago hablando en catalán, que le hable en español que lo entendemos todos’”, explicaba Escanes tras compartir un pantallazo del artículo en cuestión. La influencer ha querido desmentir esta noticia: “Yo no he recibido eso, yo no lo he leído, no sé cómo ellos lo han podido leer. Además era un story y las respuestas son en mensaje privado. No entiendo. ¿Se lo han inventado? Yo no he dicho nada de que haya recibido eso. No sé si son ganas de crear polémica o sí es que cuando les falta información se lo inventan”, explicaba. “Pero vamos, que como si la quiero hablar en francés, en italiano, en inglés, en catalán o en castellano. Solo quiero decir que es mentira, que a mi nadie me ha dicho nada y sólo faltaría”, añadía.
La pareja ha ido acompañada por Roma y Julio, el primer hijo del publicista. Desde allí, la influencer ha compartido con sus seguidores las experiencias junto a su hija y lo mucho que ha disfrutado de la gran ciudad. Una de las escenas más divertidas estuvo protagonizada por el hijo de su marido, con quien disfrutó de un rato de juegos en una gran piscina de bolas: “Si no volvemos estaremos en algún lugar dentro de una piscina de bolas”, escribía Escanes.