¿Cuáles son las mejores posturas para amamantar al bebé?
Dar el pecho al bebé se convertirá en una de las mejores experiencias de tu vida.
En algunas ocasiones, también puede ser un momento duro y complicado si el bebé no se agarra bien.
Esto puede suceder si el pequeño no está colocado de una forma correcta.
Dar el pecho al bebé será uno de los momentos más especiales, tanto para el pequeño como para su madre. Ese momento fortalecerá la unión entre ambos y, además, la leche será el alimento más recomendado para los pequeños, ya que le proporcionará los nutrientes que necesita para su desarrollo. Por eso, tanto la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría recomiendan, si es posible, la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y complementada con la alimentación sólida hasta los dos años.
Esta bonita etapa puede ser también dura, ya que pueden aparecer distintas complicaciones como que el bebé no se enganche bien al pecho. En la mayoría de ocasiones esto suele suceder porque la postura en la que está no es la correcta. Por eso, será muy importante que haya una preparación y que sepas bien cómo debes hacerlo.
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Antes de comenzar a dar el pecho será recomendable que te informes; puedes hablar con tu matrona o con grupos de madres lactantes que te pueden ayudar a aclarar dudas sobre las diferentes posturas para dar de mamar a tu bebé. Así, podrás encontrar a mujeres que se sienten más cómodas haciéndolo sentadas en una mecedora o en un sillón con reposabrazos. También, los cojines de lactancia pueden aportar una comodidad extra. Aún así, lo más importante será encontrar la forma en la que ambos os sintáis cómodos. Pero, ¿cuáles son las mejores posiciones?
La posición de la cuna
La posición de la cuna es la primera que muchas madres utilizan, sobre todo después del nacimiento del bebé. Para ello, habrá que comenzar sujetando al pequeño entre los brazos, con la cabeza apoyada en el pliegue del brazo y la nariz del bebé frente al pezón. Luego, habrá que usar la mano para sujetar las nalgas del pequeño. El siguiente paso será girar al pequeño de costado, para que el abdomen del bebé esté contacto con el tuyo y alzarlo hasta el pecho.
La posición de la cuna cruzada
Otra posición muy usada es la de la cuna cruzada. Esta será muy parecida a la de cuna, pero cambiando la colocación de los brazos. Así, en lugar de sostener la cabeza del bebé en el pliegue de la mano habrá que usar la mano de ese brazo para sujetar bien el pecho. Luego, con el otro brazo habrá que rodear la espalda del bebé. El siguiente paso será sostener la cabeza, el cuello y el hombro del bebé con la mano en la base de la cabeza y con el pulgar y el índice a la altura de las orejas del pequeño. Además, su abdomen tendrá que estar contra el tuyo y es posible que necesites colocar una almohada para mayor comodidad. Esta posición te permitirá tener más control sobre la prensión del bebé.
Acostada de lado
También puedes dar el pecho acostada de lado. Esta será una posición cómoda para aquellas madres que han sufrido una cesárea, ya que el bebé no presionará el abdomen de la mujer. Lo primero que habrá que hacer será recostarse de costado con el bebé a un lado mientras mira hacia a ti. Luego, habrá que colocar al pequeño de manera que su nariz quede frente al pezón. El siguiente paso será usar el antebrazo para sujetar la espalda del bebé para ayudar a acomodar al niño y usar el brazo para sostenerlo.
La posición de la canasta o pelota
Otra forma para dar el pecho será con la posición de la canasta o pelota, que será recomendada para aquellas mujeres que han tenido una cesárea y, también, para aquellas madres con senos grandes o que tienen bebés pequeños. Además, para aquellas madres que deseen amamantar a sus mellizos o gemelos a la vez, también será una buena idea para hacerlo al mismo tiempo.
Para lograr la posición habrá que colocar un cojín cerca del cuerpo y sostener al pequeño boca arriba con el brazo. Luego, habrá que usar la palma de la mano para sujetarle el cuello y acomodar al pequeño para que el costado de su cuerpo quede junto al tuyo. Los pies y las piernas del bebé quedarán justo debajo de su brazo y a continuación habrá que elevar al bebé hasta el pecho.
Cómo lograr un buen agarre
Una vez que ya se ha colocado bien nos tendremos que asegurar que se produce un buen agarre. Para ello, habrá que comprobar que el bebé tenga la boca bien abierta y que haya bajado la lengua antes de agarrarse al pecho. Luego habrá que sujetar el pecho con la mano, colocando el pulgar en la parte superior, separando bien el pulgar de los demás dedos para que la boca del pequeño pueda abarcar el pezón y parte de la areola.
Lo siguiente será deslizar suavemente el pezón desde la mitad del labio inferior hacia el mentón. Cuando el bebé haya abierto la boca y bajado la lengua será muy importante acercarle el pecho. Así, debe meterse en la boca tanta areola como sea posible.