La mesa de luz se trata de uno de los recursos más utilizados por los padres para sus hijos. Además, es uno de los que más atrae a los pequeños, que se quedan prendados de ella. Se trata de una superficie luminosa que permite al niño explotar ese lado más sensorial, ya sea haciendo sus propias creaciones artísticas o usándola para cualquier juego que ellos mismos se inventen. La luz atraerá, de forma natural, a tus retoños y transformará los materiales proporcionándoles una nueva dimensión. Este recurso pertenece al enfoque educativo Reggio Emilia, una pedagogía reconocida, a nivel internacional, que le da el principal protagonismo a los niños y a su imaginación. Así, tendrán la capacidad de crear su propio mundo y aprendizaje movido por su curiosidad, motivación e imaginación. Quienes siguen esta corriente están seguros de que existen tres maestros; el primero sería el niño, el segundo el docente o guía y el tercer maestro sería aquel espacio que se mueva por curiosidad, imaginación y motivación.
Cada rincón de este rectángulo tendrá su propia importancia y diseño, aportando, así, cierta originalidad. Este espacio está lleno de lo que se denomina ‘provocaciones’, un material cuyo objetivo es llamar la atención a los niños animándolos a reflexionar y experimentar con ellos para que saquen sus propias conclusiones. Una de estas provocaciones sería la mesa de luz que se convertirá en un sitio donde los pequeños podrán concentrarse y les invitará a experimentar con ella. Si echamos un vistazo en internet podemos encontrar una infinidad de mesas de luz y de complementos que podemos incluir en la misma. Eso sí, si eres más manitas podrás realizarla tú misma.
Lo primero de todo es que tendrás que encontrar el espacio perfecto dónde situar tu mesa de luz. Esto dependerá del espacio que dispongas y del tamaño que más se adapte a tus hijos y a ti. También, habrá que valorar si vamos a dejarla fija en un lugar o si la vamos a guardar y sacar. Lo ideal será situarla sobre una mesa y, por eso, una de las mejores opciones será hacerse con una mesa de luz plegable. Así, los niños podrán jugar con ella mientras estén sentados en el suelo y se podrán mover, perfectamente, alrededor de ella. Cabe destacar que el grosor de la mesa de luz será mínimo y, por eso, será importante saber que podamos guardarla en cualquier lugar.
Como podrás intuir, la mesa de luz podrá tener una infinidad de beneficios. Entre sus múltiples ventajas podemos destacar que aumenta la curiosidad de los niños, el brillo de los materiales favorecerá la concentración en las distintas actividades y se podrán hacer una infinidad de juegos muy diferentes. También, debemos destacar que favorecerá el juego libre y la imaginación, la estimulación sensorial alcanzará múltiples niveles al darse la experimentación en muchos sentidos diferentes y podrá proporcionar tanto relajación como disfrute. Además, el ambiente que creará la mesa de luz será muy especial y favorecerá el aprendizaje académico. De la misma manera, el pequeño podrá experimentar una experiencia cromática, mezclando papeles traslúcidos, acetatos, paletas y mezclando distintas pinturas con la bandeja transparente.
Si, al final, te has animado a hacerla tú misma, lo mejor será que te compres una mesa baja, a poder ser de madera, un metacrilato traslúcido “blanco hielo” de unos cinco milímetros de grosor, una tira de leds RGB 5050 de 5m de alimentador y un controlador musical. Esto último será totalmente opcional. Lo ideal será que montes tú misma la mesa, ya que se sustituirá el tablero por una placa de metacrilato del mismo tamaño. Una vez que tengamos el metacrilato colocaremos la pieza de madera original encima y marcaremos las esquinas. Después, cortaremos el metacrilato en las esquinas siguiendo las marcas que se han realizado. En ese espacio intermedio entre el metacrilato y el tablón de madera de la mesa colocaremos la tira de luces leds. Habrá que hacerlo con una separación de unos cinco centímetros entre las líneas y, luego, habrá que colocar el control de la tira en un lateral de la mesa y conectarlo a la tira de los leds.
Después de montar la mesa, habrá que tener en cuenta todos los objetos que vamos a utilizar. Podremos optar por discos de metacrilato para que los niños jueguen en la mesa de luz. Estos habrá que comprarlos en alguna tienda especializada, ya que tendrán que ser de colores traslúcidos. También, será una buena idea hacerse con un abecedario traslúcido, con letras tanto mayúscula como minúsculas. Además, podrás añadir números, muñecos, círculos sensoriales, bloques acrílicos de colores y Magformers, un juego de construcción con imanes.