María García de Jaime y Tomás Páramo acaban de convertirse en padres de familia numerosa. El matrimonio daba anoche la bienvenida a su tercer hijo en común, Federico. Un bebé muy deseado y esperado que ha llegado a sus vidas para llenarla de amor. A través de sus redes sociales, la pareja de influencers posa por primera vez junto al nuevo miembro de la familia, al que han querido presentar ante sus cientos de miles de seguidores.
"Ayer nuestro corazón se hizo aun más grande, ¡bienvenido, Fede!", escribe el feliz papá a través de su cuenta de Instagram mientras comparte el tierno posado familiar.
Tomás ha querido dedicar a su hijo unas preciosas palabras. Un poema de la madre Teresa de Calcuta, santa conocida por su labor humanitaria. "Te enseñaré a volar, pero no volarás mi vuelo. Te enseñaré a soñar, pero no soñarás mi sueño. Te enseñaré a vivir, pero no vivirás mi vida. Sin embargo… en cada vuelo, en cada vida en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado", anota junto a la serie de imágenes el influencer.
Tomás no ha dudado en hacer públicas estas preciosas imágenes familiares en las que, de manera inevitable, se echa en falta a los pequeños Tomás y Catalina, sus dos hijos mayores. Una estampa que muy probablemente veamos dentro de poco, cuando los niños visiten a su nuevo hermanito en el hospital o cuando María reciba el alta hospitalaria.
Más allá de la visible cara de cansancio de la influencer, se desconocen todo tipo de detalles del parto. Hasta el momento, María no se ha pronunciado y ha sido Tomás el que ha ido anunciando todos y cada uno de los movimientos. Desde su salida al hospital hasta la llegada del pequeño Fede poco antes de la medianoche.
El tercer embarazo de María G. de Jaime ha transcurrido con total normalidad. No obstante, apenas un par de semanas antes de dar a luz, la influencer se veía obligada a visitar de urgencias el hospital debido a los fuertes dolores que empezó a sentir. "Pensábamos que venía Fede", decía tras visitar el centro por las dolorosísimas molestias que tenía en el costado y zona de los riñones.
Después de que los facultativos le hiciesen las pruebas pertinentes, María recibió su correspondiente diagnóstico médico y tras comprobar que el bebé estaba fuera de peligro, el matrimonio pudo marcharse a casa.
Dos semanas después de este importante susto, la pareja disfruta ya de su recién nacido bebé, con el que esperan poder marcharse a casa muy pronto.