"Y así, en un instante, te cambia la vida. Es increíble cómo, desde el primer momento en que la ponen en tu pecho, recién salida de dentro de ti, calentita y con el cordón aún uniendo vuestros latidos, entiendes que tu única prioridad en este mundo es sacarla adelante por encima de todo", comienza contando en su carta abierta que ha compartido en Instagram.
En ese mismo instante, tal y como confiesa la actriz que encarnó a la mítica Teté de 'Los Serrano', "firmas un contrato leonino con el universo donde juras que darías tu vida por esos 2’3 kilos y, automáticamente, entras en comunión con todas las madres y padres de este mundo, valorando y admirando su labor como nunca antes".
Tal y como te contamos en Divinity.es, Lia nació prematura (de 35+4) y, tal y como ha contado Natalia Sánchez en su Instagram, esto implicó que pasaran "los primeros 7 días en el hospital trabajando sin descanso para que todo estuviera donde tenía que estar y, afortunadamente, todo fue de maravilla".
"7 días sin salir de la 417, 16m2 de habitación que, a las pocas horas, se convierten en tu hogar y desde donde, curiosamente, no echas nada en falta del exterior, pues lo que más te importa de este mundo, se encuentra entre esas cuatro paredes. En un hospital el tiempo y el espacio cobran otra dimensión", cuenta en su aplaudido comunicado, que ya cuenta con centenares de comentarios alabando su reflexión. "Los segundos se hacen horas y los días son semanas. No duermes mas de 15-20 minutos seguidos y, aunque tus conversaciones empiezan a ser algo inconexas, fruto del agotamiento, sobrevives. Tu sueño y tu hambre pasan a ser totalmente secundarios porque su sueño, su hambre y su salud dependen de ti y aunque el miedo se apodere de ti en los momentos más complicados, son el instinto y el amor quienes toman las riendas de la situación. 7 días donde las lágrimas y los ataques de risa son tu único idioma y el “piel con piel” se convierte en tu deporte favorito".
El final de su carta virtual es para agradecimientos. "Tengo que volver a dar gracias a todas y cada una de las grandes profesionales que pasaron por nuestra habitación en esos 7 días, a la GRAN FAMILIA QUE TENEMOS (la sanguínea y la elegida) y a los dos amores de mi vida; en primer lugar a Lia, por agarrarse con tanta fuerza a mi pecho y a la vida. Y en segundo lugar, a Marc Clotet, por remar en la misma dirección y con la misma fuerza(o más), por no dejar que me caiga, por estar tan por encima de toda expectativa, por demostrarme una vez más la gran persona que eres y por ser el mejor padre y el mejor compañero de vida que jamás hubiera podido imaginar". Enhorabuena, papás, por esa fuerza.