Natalia Sánchez confundió el llanto de su bebé por otitis con el destete: "Me he sentido la peor madre"
Natalia Sánchez acaba de iniciar el destete nocturno de su hijo Neo
El pequeño de la casa se despertaba cada media hora pidiendo 'teta' a gritos y "enganchado a ella" toda la noche
La actriz ha relatado un episodio relacionado con esta fase que le ha hecho sentirse "la peor madre del mundo"
Neo, el segundo hijo de Natalia Sánchez y Marc Clotet, está adaptándose a una nueva etapa. La actriz ha decidido dar comienzo a su destete nocturno porque “desde hace tres meses se despierta cada 20-30 minutos pidiendo teta a gritos”. Así lo relataba hace unos días a través de un post: “Hicimos lo que hice con Lia cuando la desteté: antes de acostarle, le dije que la teta se iba a dormir, le expliqué como íbamos a pasar la noche, que le daría agua cuando quisiera y que mami iba a estar toda la noche con él”.
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Para asombro de la intérprete, dormir al pequeño la primera noche no fue una ardua tarea. Los problemas llegaron más tarde, cuando Neo se empezó a desvelar y tenía que consolarse con “caricias, besos y canciones varias”, una novedad que no se esperaba. “A él no le valían, claro, porque lo que pedía era ‘teta’, el pobrecito mío”, recordaba. El resultado final fue el que la pareja esperaba, la familia entera acabó durmiendo en la misma cama y sin poder pegar ojo.
Sánchez, que confía que su hijo se acostumbre a esta nueva fase antes de que tengan que residir en Argentina durante dos meses por compromisos, ha explicado cómo evoluciona el asunto tras percibir el interés de sus seguidores, rememorando que los dos primeros días fueron bastante irregulares porque el bebé no paraba de despertarse cada 30-45 min llorando: “La segunda noche ya no pidió teta. Se despertaba y se quejaba pero no decía la palabra”, reconocía su avance.
El episodio por el que Natalia se ha sentido "la peor madre del mundo"
Pero la tercera noche algo ocurrió que hizo a Natalia sentirse “la peor madre del mundo”. Aunque la cosa parecía estar encarrilada, a las 3 de la madrugada el pequeño se despertó y empezó a llorar ininterrumpidamente durante cuatro horas. “Estuve con él encima consolándole”, aseguraba la actriz, que vinculó automáticamente sus lágrimas al destete, sin darle importancia a que estuviera “un poco calentito” a las seis de la mañana.
Finalmente, Natalia se percató a la hora de que tenía fiebre y de que “el pobre” estaba así “porque le pasaba algo”, llevándolo con rapidez al médico. “Tenía una otitis de caballo. Me he sentido fatal por no haberme dado cuenta de que le pasaba algo. Yo pensaba que era por el destete y no entendía por qué la tercera noche estaba así de mal y lloraba tantísimo y desconsoladamente”, se sentía con cierta culpabilidad pese que el niño ya está recuperándose de la enfermedad.