Natalia Verbeke inculca a su hija el lenguaje de signos influenciada por la labor de su hermana, Andrea, intérprete de signos y periodista. Chiara, que apenas balbucea, está atenta a los signos que le hace mamá.
No es la primera publicación de la actriz desenvolviéndose en el idioma de signos. Pero este es especial, ya que enseñéndoselo a su hija, da visibilidad aquellos que la usan y la difunden, como su hermana, a quien menciona en la publicación. Chiara es fruto de su relación con Marcos Poggi, jugador de la Selección Española de rugby.