Todos los detalles que rodean el nacimiento de Deva, la octava hija de Verdeliss, parecen mágico. La pequeña nacía en casa, y el parto tuvo lugar dentro de una piscina caliente, algo que ya sorprendió a los seguidores de la influencer. Pero, además de estar acompañada por dos profesionales, asistieron el padre de la niña y los siete hijos de la pareja. Todos estos detalles los hemo podido apreciar en el vídeo que Verdeliss compartió en redes, y con el que pretendía, principalmente, desestigmatizar el parto en casa.

Pero había una sorpresa con la que ni la propia Verdeliss contaba, y es que el de Deva fue un parto velado. Así se llaman aquellos partos en los que el bebé nace aún envuelto en la bolsa, que permanece intacta, conteniendo todo el líquido amniótico. Si verlo en vídeo es impresionante, no podemos imaginar que se siente cuando se trata del nacimiento de tu propia hija. "Fue un momento mágico, como observarla a través de una vitrina de paz y calma. Como si el tiempo se hubiese detenido. Y entonces la alcé, nos clavamos la mirada y todo ocupó su lugar", ha declarado la ex concursante de GH Vip.

Además de todo lo anterior, para Verdeliss su hija ha llegado al mundo rodeada de magia. Su intuición era que Deva nacería el 8 de febrero, coincidiendo con el cuarto crecimiento de la luna, y así fue: "Cayó el sol y apareció ella. Mi Deva, mi luna. Nueve meses atrás te pedí a la luna, así te llamas y ella te trajo".

En la religión hindú, Deva es la diosa de la luna, y que la octava hija de Verdeliss se llame así no puede ser más acertado teniendo en cuenta cómo se ha producido su nacimiento. El nombre, de origen sánscrito, significa “la divina”.

Este parto ha supuesto, además, una experiencia sanadora para la influencer. "Ha sido un nacimiento precioso, perfecto, soñado. Hay seres humanos que llegan a este mundo con una misión y tú, pequeña mía, eres especial", ha dicho. Verdeliss hace referencia con estas declaraciones a las dificultades que se presentaron en el parto de Miren, su séptima hija. La niña nacía de forma prematura, en la semana 31 de gestación, por lo que tuvo que pasar 40 días ingresada en el hospital antes de poder ir a casa. Una experiencia, según la influencer, llena de dolor y soledad. Algo que el nacimiento de Deva le ha permitido superar.

El parto velado siempre ha estado rodeado de mitos y leyendas. A los niños que nacen así se les llama enmantillados, pero también se utilizan las expresiones “con toquilla”, “con el manto de la virgen” o “con zurrón”. Las creencias populares afirman que estos niños están dotados de poderes extraordinarios y que les acompaña la buena fortuna. Pero lo cierto es que sus probabilidades de tener suerte en la vida no difieren de las de un niño que ha nacido tras la rotura de la bolsa.

Lo cierto es que el parto velado no presenta ningún tipo de beneficio añadido ni para la madre, ni para el bebé. Que ambos se encuentren en perfectas condiciones no se ve afectado, ni lo más mínimo, porque el bebé haya nacido dentro de la bolsa. Eso sí, la imagen para el recuerdo es insuperable. Lo realmente importante cuando se produce un parto velado es romper cuanto antes la bolsa, de tal forma que el bebé pueda empezar lo antes posible a respirar por sí mismo.