¿Pies hinchados después del parto? Consejos y remedios caseros para aliviarlos
El embarazo puede llegar a término sin hinchazón en los pies, siendo el parto el que desencadene esa inflamación tan molesta
Tras dar a luz, los pies se hinchan debido a la medicación de una cesárea o a la de los partos inducidos
Existen numerosas recomendaciones para aliviar esta dolencia como los contrastes de temperatura en la ducha o evitar el sedentarismo
Tras dar a luz el organismo tarda un tiempo en volver a su estado anterior. Además, el cuerpo reacciona de forma incómoda para la nueva mamá. La ventaja es que algunas de esas reacciones se pueden aliviar. Es el caso de los pies hinchados después del parto, que se añade al agotamiento de la experiencia, al cansancio y al dolor de cuerpo generalizado. Sin embargo, todo se diluye porque por fin es posible mirar y abrazar al deseado bebé.
El hinchazón de los pies que se produce a medida que finaliza el embarazo y sobre todo en el último trimestre tiene diversas causas. Puede deberse a que se ha seguido una dieta alta en sal que ha provocado la retención de líquidos. Otra de las causas está en el peso, es decir, en engordar demasiado durante la gestación, en las alteraciones hormonales que generan retención, en un embarazo múltiple, en la preeclampsia (presión arterial alta) o en la presión del útero sobre determinadas venas que ralentiza la circulación en las extremidades inferiores. El sedentarismo y un clima más caluroso de lo normal igualmente origina hinchazón en las piernas y en los pies.
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Aparte, el embarazo puede llegar a término sin esta dolencia, aunque también se desencadena con la llegada del bebé. Es el caso de las medicaciones, el suero y la anestesia cuando se practica una cesárea o en los partos inducidos porque se emplean altas dosis de oxitocina sintética. A ello se añade el inevitable reposo tras el parto, la necesidad de descanso y el dolor de las cicatrices o de los puntos, que no permiten tanta movilidad como se quisiera. Con todo ello aparece esa hinchazón en los pies.
Por otra parte, hay varias formas de aliviar las molestias que genera ese hinchazón en los pies e incluso reducirla, tal como detallan los profesionales sanitarios.
Cómo aliviar los pies y las piernas hinchadas tras el embarazo
- Rebajar y hasta eliminar el consumo de sal. Es una de las mejores formas de evitar la retención de líquidos, además de evitar la ingesta de alimentos ultra procesados como los embutidos, los precocinados o los snacks, entre otros, que son los que tienen más contenido en sal.
- Hidratarse. Beber la suficiente agua como para que el organismo esté perfectamente hidratado también ayuda a eliminar la retención de líquidos.
- Utilizar ropa cómoda. Las prendas deben ser cómodas, sueltas, confortables y que en ningún caso aprieten y menos aún los calcetines y el calzado.
- Elevar las piernas sobre un cojín mientras se permanece sentada.
- Cambiar de postura o de posición a menudo, aunque se esté en reposo.
- Evitar el sedentarismo. A medida que avanzan los días tras el parto es necesario incrementar los paseos. Es recomendable ir aumentando a diario el tiempo del ejercicio y su intensidad para mover la musculatura y hacer desaparecer el entumecimiento. Eso sí, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones del médico al respecto sobre todo en cuanto a las posibles cicatrices o los puntos de sutura.
- Ponerse en manos de un fisioterapeuta. Son los profesionales que ayudan a recuperarse antes tras el parto y quienes mejor pueden aliviar las tensiones plantares al igual que recomendar ejercicios que reduzcan la hinchazón.
- Realizar una tabla para ejercitar piernas y pies. Por ejemplo, un buen ejercicio para disminuir la retención de líquidos es rotar los tobillos con movimientos circulares tumbada de lado, elevar las piernas suavemente, estirar los pies hasta la punta de los dedos y contraerlos o mover todos los dedos.
- Masajear las piernas y los pies. El masaje es más efectivo haciéndolo de abajo a arriba, es decir, desde los pies hasta las rodillas, y emplear una buena crema hidratante y refrescante.
- Ducha de contraste. Aprovechar la ducha diaria para alternar agua templada y fría también subiendo el chorro desde los pies hasta las rodillas. Este proceso se puede repetir a medio día y antes de acostarse para aligerar la presión de la hinchazón.
- Caminar en el agua. Si hay oportunidad, andar por el agua del mar o en una piscina de agua fría ayuda a rebajar las molestias de la inflamación.
- Dormir sobre el lado izquierdo. Es una forma de no ejercer presión y facilitar la circulación de la vena cava, que es la que tiene la función de retornar la sangre desoxigenada desde las extremidades inferiores hasta el corazón.
Para terminar, tanto las piernas como los pies deben volver a su estado habitual a las dos semanas de haber tenido al bebé. En caso contrario lo recomendable es consultar con el profesional sanitario para que realice una valoración. También se debe acudir al médico cuando hay dolor en las piernas y en los pies y cuando una extremidad parece más inflamada que la otra o incluso está roja o caliente.