Estenosis pilórica o cómo saber si mi bebé tiene el píloro cerrado

  • La estenosis pilórica es una complicación que puede aparecer en los bebés y que hará que vomiten la leche materna o de fórmula.

  • Esto se debe a que el píloro, una de las válvulas del intenstino, se encuentra cerrada.

Después de comer es muy posible que observemos cómo nuestro bebé vuelve a expulsar la leche. En un primer momento, y sobre todo a los padres primerizos, sí que es cierto que puede asustar. Pero, con el paso del tiempo, nos damos cuenta que es algo totalmente natural y que los bebés suelen regurgitar un poco después de comer. Eso sí, habrá que tener especial cuidado. Este tipo de vómitos, como ya hemos comentado, pueden formar parte del día a día. Habrá que preocuparse cuando esto se convierta en una constante, ya que puede ser un síntoma de una afección denominada estenosis pilórica hipertrófica (EPH) y que afecta a uno de cada 500 bebés.

La estenosis es una complicación que está provocada por un estrechamiento del píloro, una válvula muscular que se encuentra en la base del estómago. Cuando esta se vuelve demasiado gruesa, la leche materna o la de fórmula no pueden pasar hacia al intestino. Esto provoca vómitos en exceso y de forma continuada. Por eso, los bebés que sufren esta complicación les cuesta mucho tragar después de ser alimentados. Además, suele comenzar entre las dos y las ocho semanas de edad. Como ya hemos comentado, habrá que tener mucho cuidado e identificar rápidamente los síntomas para, así, poder poner un remedio. Pero, ¿cuáles son esos síntomas que nos pueden alertar que nuestro bebé está sufriendo estenosis?

Los síntomas de la estenosis

Lo primero será si el bebé vomita después de comer. Como la leche materna o la de fórmula no puede pasar a través del estómago, el bebé vomita. A veces, lo hace con tanta fuerza que puede lanzar el contenido del estómago a varios centímetros de distancia. Además, el vómito podría empeorar, de forma gradual, a medida que se engrosa el músculo del píloro. También, los bebés que sufran esta afección podrán tener hambre todo el tiempo y, además, después de vomitar. También, es posible que después de darle la leche, notes cómo tiene la tripa bastante rígida y notarás unas ondas de contracciones en la parte superior del abdomen. Otro de los síntomas será el estreñimiento, ya que la estenosis impide que aquello que comen llegue al intestino. Los bebés con este tipo de afección no reciben el suficiente líquido y nutrientes cuando comen, por lo que podrían sufrir cierta deshidratación.

Además, puede que les cueste aumentar su peso a medida que crecen o que incluso pierdan peso. Por eso, será muy importante que, si ves alguno de los síntomas en tu bebé, consultes a su pediatra. Su médico podrá diagnosticar esta complicación si examina el estómago del bebé. Así, palpará el músculo grueso del píloro, un bulto con forma de aceituna que se encuentra en la parte superior del abdomen. Por tanto, si el píloro tiene un bulto sospechoso, esto no será normal. El especialista podrá solicitar alguna prueba más para cerciorarse de la situación y confirmar el diagnóstico. La ecografía se usará para obtener una imagen del píloro, que será más grueso y largo de lo normal. Una ecografía también podrá mostrar si la leche o la fórmula no pasa del estómago al intestino delgado.

Cómo se diagnostica

Otra prueba que se le podrá realizar al niño será un estudio de contraste de las vías gastrointestinales superiores, que es una radiografía. El bebé ingerirá un líquido que se iluminará en una radiografía. Si tu bebé sufre esta afección, lo más normal será que solo pase una cantidad muy pequeña a través del píloro. Las causas de esta afección son totalmente desconocidas, aunque sí que es cierto que existen distintos factores de riesgo. Por ejemplo, la estenosis aparecerá, con más frecuencia, en los niños que en las niñas. También, esta afección puede ser hereditaria o estar provocada por el consumo prematuro de antibióticos. Además, el tabaquismo durante el embarazo, las hernias y la alimentación mediante biberón también podrían hacer que este tipo de afección se desarrolle con más probabilidad.

Cuál es la solución

Una vez que se haya diagnosticado esta complicación, lo más normal será que se le alimente a través de líquidos intravenosos para detener los vómitos y reponer los nutrientes perdidos. El tratamiento habitual para curar la estenosis pilórica es una intervención quirúrgica llamada "pilorotomía". Después de la operación, se permitirá que su bebé coma por vía oral. Los bebés deberán recibir leche materna o fórmula cada 3 o 4 horas, comenzando de 4 a 6 horas después de la intervención. Además, habrá que consultar con el especialista cuál es el mejor plan de alimentación y el mejor adaptado a esta complicación.

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