El síndrome de abstinencia neonatal (SAN) es una consecución de problemas que se dan en un recién nacido que ha estado expuesto a distintas drogas adictivas opiáceas por un periodo determinado de tiempo mientras estaba en el útero de la madre. Este puede presentarse cuando una mujer embarazada toma drogas como la heroína, la codeína, la oxicodona, la metadona o la buprenorfina, ya que estas sustancias atravesarán la placenta que conecta al bebé con su madre en el útero.
De esta forma, el feto se vuelve dependiente de la droga, al igual que lo hace la madre. Si la mujer sigue consumiendo drogas cerca de la última semana antes del parto, el bebé nacerá con el mismo problema. Además, debido a que el pequeño no está recibiendo las sustancias desde el momento en el que nace, podrá desarrollar síntomas de abstinencia mientras que su cuerpo va eliminando, lentamente, la droga.
Los síntomas de abstinencia también pueden darse en aquellos bebés que están expuestos al alcohol, benzodiacepinas, barbitúricos y ciertos antidepresivos. Además, los bebés de madres que consumen opiáceos y otras drogas adictivas pueden tener ciertas complicaciones a lo largo de su vida. Así, los síntomas podrán agravarse con el paso del tiempo. Pero, ¿cuáles son los signos de abstinencia neonatal?
Los síntomas son variados y dependerán del tipo de droga que haya consumido la madre, de la forma en la que el cuerpo descompone y elimina la droga, la cantidad de sustancias que haya tomado, la cantidad de tiempo durante el cual se consumió la droga y, también, si el bebé nació a término o no. Los síntomas suelen empezar entre uno y tres días después del nacimiento, pero pueden tardar hasta una semana en aparecer. Por eso, el bebé necesitará quedarse en el hospital en observación y monitoreo.
Entre los síntomas, nos podemos encontrar con la coloración en manchas de la piel, diarrea, llanto excesivo, succión, fiebre, aumento del tono muscular, irritabilidad, mala alimentación, respiración rápida, convulsiones, problemas para dormir, aumento lento de peso, sudoración y vómitos. Eso sí, habrá que tener en cuenta que otras complicaciones también podrán producir estos síntomas.
Para el diagnóstico, el especialista preguntará sobre el consumo de drogas a la madre: qué tipo de sustancia tomó durante la gestación y cuándo fue la última vez. Además, también se podrá realizar un análisis de orina para intentar identificar las drogas.
Los exámenes que se podrán hacer para diagnosticar la abstinencia en el recién nacido son varios e incluyen: un sistema de puntuación dependiendo de cada síntoma y su gravedad, una evaluación después de comer, dormir, su capacidad para consolarse y ser consolado y un examen toxicológico de orina y de las primeras heces del bebé.
Respecto al tratamiento, este dependerá de la droga involucrada, de la salud del bebé, los puntuajes de abstinencia y, también, de si el bebé ha nacido a término o fue prematuro. Así, los especialistas vigilarán bien al recién nacido durante, al menos, una semana después del nacimiento para buscar signos de abstinencia, problemas con la alimentación y un aumento de peso. Además, es posible que vomiten o que estén muy deshidratados y necesiten recibir líquidos a través de una vena.
De la misma forma, estos bebés suelen ser bastante irritables y difíciles de calmar. Para tranquilizarlos, lo más recomendable será seguir cuidados cariñosos, es decir, mecerlos suavemente, reducir el ruido y las luces, cuidar el piel con piel y amamantar. También, algunos bebés con síntomas graves suelen necesitar medicamentos como la metadona o la morfina para tratar los síntomas de abstinencia y ayudarlos a que puedan comer, dormir y, en definitiva, relajarse.
Si los síntomas son graves, se podrá añadir un segundo medicamento. Además, los bebés que sufren de esta afección a menudo suelen presentar dermatitis del pañal y requieren de otro tipo de tratamientos. También, los bebés pueden tener problemas con la alimentación y con el crecimiento lento y pueden requerir una alimentación con alto contenido calórico y porciones suministradas con una mayor frecuencia. Respecto a las complicaciones, pueden darse defectos congénitos, bajo peso al nacer, nacimiento prematuro, síndrome de muerte súbita del lactante y problemas en el desarrollo y la conducta.
Así, la prevención será importantísima y no habrá que tomar drogas no médicas ni consumir alcohol o tabaco. El embarazo es un momento muy importante y esencial, ya que se estará gestando una vida en el interior de la madre. Por eso, habrá que cuidarse muy bien y dejar de lado aquellas sustancias que puedan ser nocivas para la salud del pequeño y de la madre.