¿Cuándo volverá mi hijo a dormir bien? Descubre qué son las regresiones del sueño y cómo afectan a tu bebé

  • Las regresiones del sueño suelen ser uno de los momentos más complicados en el desarrollo del bebé, tanto para los padres como para los pequeños.

  • Estas se producirán durante distintos momentos de la vida del niño hasta los dos años y estarán provocadas por los hitos del desarrollo.

Las diferentes etapas de crecimiento y desarrollo de los bebés pueden provocar distintos momentos complicados tanto para ellos como para los padres. Así, uno de los más comunes son las regresiones del sueño, que se dan cuando el niño duerme bien por la noche y, de repente, comienza a tener despertares nocturnos, le cuesta mucho dormir o, incluso, comienza a dormir mal las siestas o a no dormirlas. Se trata de algo que a los padres les puede pillar totalmente desprevenidos, ya que no se esperan que su hijo, de un día a otro, deje de dormir bien.

Estas regresiones del sueño pueden durar de dos a seis semanas y, pasado este tiempo, los patrones suelen volver a la normalidad. Por tanto, será muy importante tener en cuenta que este periodo es algo temporal y que, por tanto, pasará. Por eso, lo mejor será no preocuparse demasiado y continuar con los hábitos de sueño que teníais establecidos. Pero, ¿por qué se producen las regresiones del sueño?

Por qué se producen las regresiones del sueño

Estas suelen deberse al desarrollo de la infancia, a los ‘hitos del desarrollo’ del pequeño. Las edades más típicas en las que se puede producir estas regresiones de sueño son a las seis semanas, los cuatro meses, de los ocho a los diez, a los doce meses, a los dieciocho y, otra vez, a los dos años. Eso sí, hay que tener en cuenta que no todos los niños pasarán por estos momentos y, mucho menos, por todas ellas. La más frecuente suelen ser las de los seis meses, pero una vez superada esta no quiere decir que no vuelvan a aparecer.

Como ya hemos comentado, estas regresiones del sueño tienen mucho que ver con los hitos del desarrollo. Estos ocurren cuando los bebés y los niños pequeños comienzan a practicar nuevas habilidades que pueden causar más inquietudes a la hora de dormir, ya que suelen estar más pendientes y nerviosos por aquellas cosas que suceden a su alrededor que por dormir. Esto se produce con más frecuencia cuando comienzan a girarse y a darse la vuelta, a sentarse, ponerse de pie, caminar y hablar.

Cuándo pueden darse

Será a los seis meses cuando los bebés experimentan un crecimiento más rápido y acelerado y este puede ser la causa de que se despierte con más frecuencia, le cueste más conciliar el sueño y, también, que tenga más hambre. También, se puede producir una regresión del sueño a los cuatro meses y se produce cuando el pequeño no aguanta más de una hora dormido y aumenta su llanto y su irritabilidad. Esta se produce porque hay un cambio en el ritmo biológico del sueño y será cuando el bebé comience a dormir diferente.

La regresión de los ocho y de los diez meses suele darse debido a un gran desarrollo cerebral y será cuando el bebé comience a gatear, deslizarse, sentarse, levantarse y, además, aparecen los primeros dientes. A los doce meses será cuando el pequeño comience a caminar, reducirá las siestas, estará más irritable y se despertará constantemente. También, otra regresión podrá darse a los dieciocho meses cuando se produce la dentición y, también, cuando comienzan a hacer cosas por sí solos.

La última regresión se podrá producir a los dos años, ya que el pequeño estará aprendiendo nuevas habilidades e irá creciendo. Además, influyen otros factores que pueden causarla y será a esa edad cuando comiencen a ir al baño solos, dejen de lado la cuna, comiencen a tener pesadillas y puede ser que, definitivamente, exterioricen su carácter. Cabe destacar que todas las regresiones del sueño serán complicadas y podrán agotar hasta niveles insospechados. Pero habrá que tener en cuenta que estas serán temporales y tener paciencia.

Qué habrá que hacer

Será muy importante ofrecer tranquilidad y que los pequeños no se sientan superados por la situación. Por tanto, será esencial que los padres mantengan la calma, que no desesperen y que tampoco cambien su rutina. Estas complicaciones en el sueño poco tendrán que ver con las rutinas establecidas, sino que harán referencia al desarrollo de los pequeños. Será muy importante no retroceder en los hábitos de sueño saludables. Además, no habrá una fórmula para que el bebé vuelva a dormir correctamente, sino que irá volviendo a la normalidad con el paso del tiempo.

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