Operación chupete: consejos útiles para que los niños dejen de usarlo de forma gradual
El chupete servirá para que el bebé duerma mejor y encuentre consuelo a sus rabietas.
Aunque utilizarlo durante un largo periodo de tiempo podrá ser perjudicial para su dentadura y su mandíbula.
Durante su tiempo en el útero, los bebés suelen succionar su dedo pulgar como un acto reflejo. De hecho, también puede ser una de las primeras acciones del bebé tras nacer. Pero, con el paso del tiempo, esto se convierte en una manía de cada niño, que les relaja y les consuela.
A medida que crece, pasa de usar su dedo a utilizar un chupete. Este ayudará a que se quede dormido más rápido o como solución para sus berrinches. Pero, lo cierto, es que esta necesidad va desapareciendo con el tiempo. Por eso, quitar el chupete de forma gradual será la mejor opción. Hacerlo de forma drástica no ayudará en nada a que el niño se acostumbre a vivir sin él.
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Efectos negativos de usar el chupete demasiado tiempo
Se recomienda que los niños dejen el chupete a partir de los dos años. Las consecuencias de utilizarlo a largo plazo no son nada positivas. Quitarle el chupete puede ser igual de duro para padres y niños, pero es un paso que habrá que dar juntos. Pero, ¿cuándo se empieza a usar chupete? Habrá que esperar a que el bebé cumpla el primer mes de vida, es entonces cuando la lactancia se habrá regulado de forma correcta.
El uso prolongado de este puede hacer que se convierta en algo imprescindible para el bebé. Los efectos negativos en cada niño son distintos. Aunque, fundamentalmente, puede interferir en el establecimiento de la lactancia materna y malformaciones en los dientes y la mandíbula.
También, el chupete puede producir infecciones en la boca, como la candida albicans. Además, serán comunes las infecciones de oído debido al uso de chupete, así como retraso en el habla, ya que el objeto impide que el bebé mueva la lengua de forma natural. Durante el primer año de vida, el chupete será útil para que el bebé duerma cómodamente. Pero, después, será recomendable quitarlo.
Los pediatras y dentistas recomiendan que, a partir de los doce meses de vida del niño, su uso debe ser regulado por los padres. Además, a partir de los 18 meses de vida se debe reducir su uso. Pero, como ya hemos comentado, esto podrá ser un trauma para el niño. Por ello, habrá que hacerlo con sumo cuidado.
Aspectos a tener en cuenta antes de quitar el chupete
Lo primero que tendrás que tener en cuenta será cuándo es el mejor momento para quitarle el chupete. Es decir, evita momentos de grandes cambios como el periodo de adaptación a la guardería, la retirada del pañal o la llegada de un nuevo hermano. También, tendrás que involucrar a todas las personas que cuiden a tu hijo.
Indica con claridad a todo el mundo cómo será el proceso y la estrategia que vais a seguir para quitarle el chupete. Además, tendrás que tener en cuenta que el niño podrá sufrir del síndrome de abstinencia del chupete y, por tanto, se mostrará más nervioso o con más llanto. Por lo tanto, tendrás que estar mentalizada para este momento.
4 trucos para quitarle el chupete
Una vez decidido cuándo quitar el chupete al niño, podrás llevar a cabo varias iniciativas para que el paso sea menos traumático. Lo fundamental es que hayas elegido el momento adecuado, entre los 12 y los 24 meses. Para hacerlo tendrás que elegir el método que más se ajuste a cada bebé y a vuestra filosofía como padres.
Como explica el pediatra Gabriel Ruiz se podrá convencer al niño que ya es lo suficientemente “mayor” y explicarle la situación. Para ello, se podrá hacer una especie de ritual de despedida del chupete, donde se involucre al niño. Tendréis que usar la imaginación y saber qué es lo que más le puede resultar convincente a vuestro hijo.
Otra opción será quitar el chupete de forma gradual. Cuando ves que ya está acostumbrado, podrás quitárselo en momentos de sueño corto, como la siesta. Por la noche, podrás sustituir el chupete por otro ritual nocturno para proporcionarle tranquilidad, como por ejemplo leer cada noche un cuento o cantarle una nana.
También, podrás quitarle a tu hijo el chupete si, poco a poco, vas cortando los chupetes. Es decir, cada día, cortar un poco la punta, haciendo ver que no os dais cuenta de que el chupete tiene algún problema. El pediatra apunta que si preguntan por qué están así, lo mejor será decirles que es debido a sus dientes, que van creciendo.
Una herramienta útil para que dejen el chupete cuando son más mayores son los cuentos específicos para esto. El niño se sumergirá en una historia, rodeado de un mundo de fantasía, que le convencerá para que deje el hábito. En el mercado podemos encontrarnos Los chupetes de Charlotte -editorial SM-, Edu ya no necesita chupete -editorial Juventud- y Rita ya no lleva chupete -de la editorial Beascoa-. Aunque, sin duda, el convencimiento será la clave para lograr que vuestro hijo se deshaga del chupete. Una vez tomada la decisión, no volváis para atrás. Mantenedla, pero con cariño, empatía y confianza.