Mi bebé no respira bien: ¿cuándo debo preocuparme?
Asegurarnos de que la respiración del bebé es correcta es una de las principales preocupaciones de los padres.
Los bebés respiran de manera diferente a un adulto, y esto puede llegar a confundirnos.
Por eso, conocer estas peculiaridades y distinguirlas de una señal de alerta es muy importante.
En sus primeros meses de vida, los bebés son seres frágiles a los que debemos prestar toda nuestra atención y cuidados. Y por mucha información que nos den en los cursos de preparación al parto (que es imprescindible) hay cosas que no llegamos a saber hasta que el bebé llega a casa y nos preocupan cosas en las que ni habíamos pensado.
Una de ellas, y más habitual de lo que parece, es la respiración del bebé. El recién nacido respira de una forma diferente a como lo hará cuando tenga unos seis meses de vida, y no podemos evitar preguntarnos si es normal o si le ocurre algo. Te contamos las peculiaridades de la respiración de un bebé y en qué casos deberías preocuparte realmente.
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Los bebés respiran por la nariz
Hasta aproximadamente los seis meses de vida, el sistema respiratorio del bebé no tiene la madurez suficiente para que pueda respirar por la boca y utiliza solo la nariz. Es más, suele tener la boca cerrada para dormir, pero es lo normal y no hay motivos para preocuparnos. Solo necesita la nariz para tomar y expulsar el aire, al tiempo que regula su temperatura y la filtra de agentes nocivos.
Su respiración no es regular
Ni siquiera durmiendo (que es lo que hacen la mayor parte del tiempo) los bebés consiguen respirar de forma regular. Esto también se debe a que su sistema respiratorio aún no ha madurado lo suficiente. Por eso puedes observar cómo alternan respiraciones lentas y rápidas, superficiales y profundas, sin que haya nada de extraño en ello. Incluso es habitual que suspiren de vez en cuando.
Hacen pausas al respirar
Esto es, seguramente, una de los principales motivos de preocupación para los padres. Y es que los recién nacidos pueden dejar de respirar en ocasiones entre 5 y 15 segundos. Durante el sueño, se ralentizan el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, dando lugar a esas pequeñas pausas. Es muy habitual en los prematuros, pero también en los bebés nacidos a término, y no tiene ninguna repercusión en la salud del niño.
Respiran más rápido que un adulto
Los adultos respiramos unas 20 veces por minuto, mientras que un bebé puede duplicar (e incluso triplicar) ese ritmo respiratorio. Cuanto más agitado esté el pequeño, más rápida será su respiración. También es apreciable tras haber estado llorando, por la razón que sea.
¿Es normal que el bebé ronque?
Los bebés también se acatarran, y cuando esto ocurre la nariz se obstruye y pueden llegar a roncar. Procura tener limpias sus fosas nasales con suero, siguiendo las indicaciones del médico, y tan pronto pase el catarro, cesarán los ronquidos.
En ocasiones, estos ronquidos son el primer síntoma de un trastorno respiratorio que sí reviste gravedad y es necesario acudir al médico. Si, además de roncar, llega a estar más de 15 segundos sin respirar, suda o duerme con posturas raras y difíciles, hay que descartar con el médico que se trate del síndrome de apnea-hipopnea del sueño. Y si así fuera, poder poner el tratamiento adecuado.
Entonces, ¿cuándo debo preocuparme?
Si el bebé pasa más de 20 segundos sin respirar o le cuesta mucho hacerlo, o si el ritmo respiratorio supera las 60 respiraciones por minuto, debes llamar al médico. Del mismo modo que si alguna zona de la cara o el cuerpo se vuelve azulada, si se le hunden las costillas y, por supuesto, si no consigue respirar por sí mismo.