Por qué el bebé gira la cabeza siempre al mismo lado y cómo corregirlo: así podrás evitarle una tortícolis
Los bebés, en sus primeros meses de vida, pueden girar la cabeza al estar mamando o durmiendo.
Esta postura podrá provocar tortícolis en el pequeño.
Lo más recomendable será realizar estiramientos en esos primeros meses de vida.
Es muy posible que observes que, en los primeros meses de vida del pequeño, este gire la cabeza siempre hacia el mismo lado. Esto puede generar tortícolis, más concretamente tortícolis del lactante o tortícolis muscular congénita, y ocurre debido a la postura que adopta el pequeño dentro del vientre o después de un parto complicado.
Por qué giran la cabeza los bebés
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Los niños no notarán ningún dolor debido a la tortícolis y el problema suele mejorar si se llevan a cabo una serie de sencillos cambios en la postura o realizando distintos estiramientos que podrán hacerse en casa. Esta tortícolis es bastante frecuente entre los más pequeños y puede estar presente desde el nacimiento o tardar hasta tres meses en desarrollarse.
Sí que es cierto que nadie sabe muy bien por qué algunos bebés desarrollan tortícolis y otros no la desarrollan. La mayoría de los médicos creen que puede estar relacionada con la posición que adoptó el feto dentro del útero, como puede ser el hecho de que viniera de nalgas.
El uso de fórceps o de ventosas en un parto también facilita que el bebé desarrolle esta complicación. Estos instrumentos realizarán presión sobre el músculo esternocleidomastoideo del pequeño y una presión excesiva puede hacer que se tense, lo que dificultará que el pequeño gire el cuello.
Cuáles son las consecuencias de la tortícolis
Algunos bebés con tortícolis presentan displasia evolutiva de cadera, otra afección causada por una postura anómala en el vientre materno o un parto difícil. Por tanto, será muy importante reconocer bien sus signos y síntomas para poder comenzar con los ejercicios. Un bebé con tortícolis actúa como cualquier otro bebé salvo en aquellas actividades que implican girarse o darse la vuelta.
Así, un bebé con tortícolis inclinará la cabeza en una dirección, preferirá mirar por encima del hombro en vez de girarse para seguirle con los ojos, si lo amamantan o le costará girarse hacia sus padres y se sentirá frustrado cuando no pueda girar la cabeza por completo.
Además, algunos bebés con tortícolis pueden desarrollar una cabeza plana en uno o ambos lados por el hecho de acostarse hacia el mismo lado constantemente. Algunos pueden desarrollar un pequeño bulto en el cuello, parecido a un nódulo o ‘nudo’ en un músculo tenso. Ambas afecciones tienden a desaparecer cuando mejora la tortícolis. Para diagnosticarla, el especialista realizará un examen físico del bebé para saber hacía dónde puede girar la cabeza. Para tratarlos será posible que el médico enseñe ejercicios de estiramientos del cuello para que lo practique en casa.
Cómo tratar la tortícolis en bebés
Estos ejercicios ayudan a aflojar o soltar el músculo esternocleidomastoideo tenso y a reforzar el músculo debilitado del lado contrario. Esto ayudará a enderezar el cuello de su bebé. A veces, los médicos suelen recomendar llevar al bebé a un fisioterapeuta para completar el tratamiento.
Después de iniciar el tratamiento, el médico explorará a su bebé cada dos o cuatro semanas para ver si su tortícolis está mejorando. También, será muy importante que los padres ayuden a girar la cabeza del bebé en ambas direcciones, aflojando los músculos más tensos del cuello.
Cómo prevenir la tortícolis
Así, en el momento en el que el pequeño tenga hambre será una buena opción si se ofrece el pecho de tal forma que el pequeño tenga que girar la cabeza hacia el lado opuesto hacia el que la suele girar. Cuando al bebé se le acueste a dormir se le podrá colocar frente a la pared y, además, mientras juegue se podrá llamar su atención con juguetes y otros sonidos para hacerle girar la cabeza en ambas direcciones.
También, se podrá acostar al pequeño sobre su estómago durante varios periodos de tiempo mientras esté despierto. De esta manera se fortalecerán los músculos del cuello y los hombros y se preparará para el gateo.
Antes de nada, habrá que tener en cuenta que la mayoría de los lactantes con tortícolis mejoran mediante diversos cambios de postura o con ejercicios de estiramiento. Esta puede tardar hasta seis meses en desaparecer por completo y, en algunas ocasiones, hasta un año o más. Además, los ejercicios de estiramiento, para tratar la tortícolis, tienen más probabilidades de dar buenos resultados si se empiezan a practicar cuando el bebé tiene entre tres y seis meses.