Durante el embarazo, son muchas las pruebas a las que tienen que someterse las mujeres gestantes. Desde ecografías hasta análisis de sangre, pasando por las vacunas. Todo ello para que el niño crezca fuerte en la tripa de su madre y ella no enferme. Dependiendo del mes en el que se encuentre, la mujer se tendrá que someter a una prueba u a otra. Por ejemplo, la ecografía de la semana 12 es una de las más importantes, al igual que la prueba del azúcar, que se realiza ya entrada en la semana 24 de embarazo. Es por eso que la futura madre deberá estar muy pendiente de los resultados, ya que puede ser que necesite algún suplemento vitamínico o que las cosas no marchen tan bien cómo deseaba.
Una de las enfermedades que se intenta prevenir durante esos meses de gestación es la tosferina. Se trata de una enfermedad muy contagiosa que es causada por una bacteria que ocasiona la infección de las vías respiratorias. Por ello, los convivientes o cualquier otra persona que nos acompañe durante el embarazo serán las principales fuentes de transmisión, a través de su tos y estornudos. Además, podrán transmitir la enfermedad a los bebés que todavía no han sido vacunados. En los adultos esta complicación no suele acarrear consecuencias graves, pero en los bebés, en sus primeros meses de vida, puede ser fatal. Puede ser muy grave y derivar en una hospitalización.
Para prevenir esta enfermedad, lo mejor será vacunarse contra ella. Además, la vacuna protegerá contra la tosferina, la difteria y el tétanos. Los datos de vigilancia epidemiológica de nuestro país nos indican que se trata de una enfermedad que está creciendo entre la población, por lo que habrá que tener mucho cuidado. Por ello, la vacuna contra la tosferina se recomienda a todas las embarazadas, preferentemente a aquellas que se encuentren entre la semana 27 y la 36 de gestación. Sin embargo, sí que se puede administrar en cualquier momento del embarazo. Además, habrá que vacunarse, de nuevo, en cada embarazo, independientemente de cuándo hayas recibido la última dosis de vacuna del tétanos y se si se ha recibido en el embarazo anterior.
Este tipo de vacuna no será indicada para aquellas mujeres que tengan alergia a alguno de sus componentes, una situación que será bastante rara que se produzca. Los especialistas señalan que se trata de una vacuna que es muy segura, ya que no puede producir la enfermedad y no afecta al embarazo. Eso sí, la vacuna como cualquier otro medicamento, sí que puede producir efectos secundarios que serán fáciles de paliar y suelen ser leves. La mujer embarazada es vacunada desde esos meses de gestación para proteger al bebé desde su nacimiento. Así, la vacuna en el tercer trimestre permitirá a la madre generar anticuerpos que pasarán desde el feto hasta la placenta.
Esto se hará para que el bebé, en el momento de su nacimiento, tenga anticuerpos que le protejan de la tosferina. Además, dado que la mayoría de madres están vacunadas contra esta enfermedad, lo más normal será que no la contagien a su bebé durante sus primeras semanas. Eso sí, se recomienda esperar hasta la semana 26 y la 37 de embarazo para que la madre transfiera el máximo de anticuerpos a su retoño.
También, será muy importante vacunarse, las veces que hagan falta, de la tosferina. Su inmunidad es limitada y por ello se recomienda la revacunación durante el embarazo, en todos los casos. Respecto a cuándo se administrará al bebé la primera dosis de la vacuna contra la tosferina, lo mejor será que consultes el calendario de vacunación de tu comunidad autónoma, ya que este cambia.
Sí que se podrán administrar otra vacuna al mismo tiempo que se pone la de la tosferina, como puede suceder con la de la gripe. Ambas se podrán administrar el mismo día que se acuda a consulta. La vacuna tendrá, al menos, dos semanas para presentar una respuesta.