La etapa del suelo será fundamental en el bebé: cómo ejercitarlos de manera sencilla
Descubre la importancia que tiene el suelo en esta etapa y cómo puedes ayudar a tu bebé a disfrutarla
Para ello, el tiempo que pasa en el suelo es fundamental y de gran utilidad
El primer año de vida es muy importante en el desarrollo del bebé
Desde que nace un bebé hasta que cumple un año tiene lugar una etapa evolutiva fundamental para su desarrollo a todos los niveles. Sobre todo en los primeros meses, lo habitual es tener al bebé en brazos cuando está despierto, y lo cierto es que esto es maravilloso porque le permite tener contacto físico. Pero no es imprescindible que siempre sea así. De hecho, en muchas ocasiones tenerlos todo el tiempo en brazos puede ser muy cansado o entorpecernos para hacer otras cosas. Por suerte, resulta que lo mejor para el bebé es vivir la etapa del suelo, que es imprescindible para él. Te contamos todo acerca de esta etapa y cómo ayuda a tu peque para que se ejercite y desarrolle.
Nuestro afán por intervenir en el desarrollo del bebé
MÁS
Nos preocupan tanto nuestros hijos y queremos ayudarlos tanto desde el momento que nacen, que lo más habitual es que queramos intervenir en cada momento de su crecimiento. Pero el desarrollo psicomotor del bebé, que influye en todas sus habilidades de aprendizaje, requiere que sea él mismo el que descubra todas sus posibilidades. Y para que así sea, favorecer el movimiento libre en el suelo es imprescindible.
En cambio, adelantarnos al desarrollo del bebé y sentarle antes de que esté preparado, o incitarle a caminar sin dejar que sea él quien lo haga cuando llegue el momento, no le beneficia en absoluto.
De hecho, se viene observando que muchos bebés se saltan la etapa del gateo y comienzan a andar directamente. Según los expertos, la principal causa es cómo intervenimos en su forma de estar en el mundo, sentándolos antes de tiempo y no dejándoles un espacio para que se muevan con libertad y según sus necesidades.
Cómo debe estar el bebé en el suelo
Evidentemente, no es lo mismo un bebé de tres meses que uno de ocho meses, ya que en este primer años de vida evolucionan a toda velocidad y lo que no son capaces de hacer un día pueden hacerlo al siguiente. Lo importante es no tener prisa y olvidarnos en la medida de lo posible de comparaciones con otros niños o de presiones, tanto las propias como las que lleguen de amigos y familiares.
En primer lugar es conveniente tener una mantita o colchoneta donde poder colocar al bebé. Existen todo tipo de mantas pensadas para ellos, donde se encuentran sobre una superficie tan firme como blandita.
La idea es colocarlos boca arriba, ya que así tienen mayor libertad de movimientos, sobre todo en los brazos y las piernas, sin que tengan que ejercer una presión añadida sobre el cuello y cabeza. Además es una posición que les permite interactuar con el adulto con mayor comodidad. Por otro lado, es la recomendada por los expertos, ya que previene la muerte súbita, aunque es cierto que el mayor riesgo se produce cuando los bebés están durmiendo.
Cómo podemos ejercitarlo
Esta parte es, en realidad, la más sencilla, aunque la más complicada para algunos padres, ya que lo único que hay que hacer es dejar al bebé moverse con libertad. Cuando llegue el momento adecuado, él solo será capaz de comenzar a voltearse, y después se podrá bocabajo. De ahí aprenderá a sentarse, a gatear y, posteriormente, a caminar.
Lo ideal es dejar que haga solo este recorrido, pero siempre podemos estimularle con juguetes que el bebé desee alcanzar. Si está preparado, conseguirá llegar hasta ellos, si no es así, no debemos forzarle ni dejar que se frustre.
Eso sí, debes supervisarle en todo momento, y para el bebé será muy importante saber que estás ahí. Confía en él y él desarrollará la confianza en sí mismo.