¿Cuándo se puede decir que un bebé tiene 'mamitis'?
Hay un momento en la vida de un bebé en el que solo quiere estar con su madre
La famosa mamitis es una realidad y su aparición es completamente normal
Te contamos en qué consiste, cuánto dura y cómo afrontarla
Sabemos que la figura de la madre es esencial para un bebé, pero hay un momento de su desarrollo en el que no puede despegarse de ella ni un solo momento. Esto quiere decir que si no es mamá quien le coge en brazos, le baña, le duerme o le da de comer, aparece un llanto que parece imposible de controlar. Es entonces cuando hablamos de que el bebé tiene mamitis, un término que a veces asociamos a que estamos malcriando a nuestro hijo, pero que es completamente normal y tiene un principio y un final (aunque parezca no llegar nunca). Te contamos a qué se debe la famosa mamitis y cómo hacerla más llevadera.
Qué causa la mamitis
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La respuesta a esta pregunta es del todo positiva. Cuando el bebé desarrolla una relación de apego con su madre, esta se convierte en el nexo de unión con el mundo que le rodea. Confiar en el resto de personas, sobre todo en las más cercanas, es algo que se produce de manera gradual, y el punto de partida siempre va a ser su madre. El bebé está convencido de que es la única persona en el mundo que puede protegerle de todo, y a ella se aferra con todas sus fuerzas y en cualquier situación.
Además, hay situaciones que pueden agravar la mamitis, como la vuelta al trabajo de la madre, la llegada de un hermanito o el comienzo de la guardería. El bebé tiende a pensar que la madre se ha olvidado de él, y lo reclama con más fuerza todavía, algo que resulta aún más agotador. La mejor forma de tranquilizarles entonces, es mostrándole calma y amor, para que sepa que su madre no deja se protegerle, aunque no esté siempre presente.
Cuánto dura la mamitis
La mamitis atraviesa diferentes etapas, y suele empezar a los 10 meses, pudiendo prolongarse hasta los 3 años. No todos los bebés la viven con la misma intensidad, y puede acentuarse en momentos concretos. Hay bebés que tiene un grado de demanda más alto que otros, y no es lo mismo que la madre trabaje fuera de casa o que esté presente casi todo el tiempo.
Los bebés, sobre todo en los primeros meses de vida, necesitan sentir el calor de su madre con mimos y abrazos. Pero cuando se acerca el momento de cumplir 10 meses, separarse de ella les produce mucha angustia y aparecen los llantos inconsolables. El momento más álgido suele darse a los 14 meses, pero también es una etapa en la que comienzan a tener más autonomía física, y lo normal es que alternen la necesidad de estar con su madre a sus ganas de explorar el mundo por sí mismos.
Cómo hacer más llevadera la mamitis
En primer lugar hay que entender que es una etapa completamente normal, y que no hay que interpretar que un niño que quiere estar con su madre es un niño malcriado o inseguro. Al contrario: ha desarrollado una relación de apego seguro que es esencial para su desarrollo. Además de tener paciencia, puedes ir acostumbrándole poco a poco a coger confianza con personas cercanas. Deja que se ocupen del bebé a ratitos, primero contigo presente y luego sin ti. Y cuando vuelva a estar contigo, demuéstrale tu amor con seguridad y alegría. Esto te va a facilitar, sobre todo, la vuelta al trabajo cuando llegue el momento. Que tenga cerca a familiares, para que normalice la presencia de otras personas, siempre hará más fácil la separación que si pasa todo el tiempo contigo.