¿Se pueden tomar infusiones en el embarazo? De las hierbas aptas a las plantas prohibidas

Durante el embarazo hay que tener especial cuidado con todo aquello que consumimos. Esto se debe a que la ingesta de algunos productos puede afectar a la salud del bebé y, también, de la madre. Por eso, muchos de los alimentos que utilizamos de forma regular, como el queso sin pasteurizar o el fiambre, deberemos apartarlos de nuestras rutinas por un tiempo, pero con otros surgirán muchas dudas al respecto. Es el caso de las infusiones: ¿cuáles podemos tomar?

El abanico de infusiones es muy amplio, por lo que las dudas también serán muchas. Lo primero que debes saber que solamente el hecho de llevar el agua a ebullición y dejarlo reposar con las hierbas hace que las sustancias químicas que pueda haber actúen sobre la madre o el feto. Por eso, no será nada recomendable consumir alguna de ellas. 

Tampoco lo será consumir o aplicar aceites esenciales de ninguna planta, ya que, en su mayoría, son neurotóxicos y/o oxitócicos, lo que hará que se estimule la movilidad del útero. Por tanto, habrá que evitarlo. Ante alguna duda, lo más recomendable será preguntar a tu especialista. 

Al igual que sucede con otros muchos alimentos, sí habrá algunas modalidades que se podrán tomar con moderación. Aquellas que se pueden consumir sin excederse son el té verde, té negro, té blanco, Rooibos, té de limón y té de flor de azahar. Hay que saber también que estos tipos de té, en su mayoría, llevarán teína, por lo que, al igual que sucede con la cafeína, habrá que tener cuidado en no superar las cantidades recomendadas. También, dentro de este grupo que debemos consumir con cierto control, nos encontramos con la infusión de jengibre, de tomillo y la manzanilla.

Habrá otro grupo de infusiones que no serán recomendables porque aún no se han desarrollado los estudios necesarios para saber si pueden afectar a la salud de la madre o del bebé. Dentro de este están las infusiones de eucaliptus, lavanda, hinojo, hierbaluisa, té de frambuesa y salvia. Por eso, en estos casos, lo mejor será evitarlas durante el embarazo.

Sí habrá otras que están totalmente contraindicadas por su alto contenido en alcaloides como puede ser la amapola de california o la valeriana. Tampoco habrá que tomar aquellas que nos puedan provocar efectos oxitócicos o las infusiones de romero o poleo-menta. En estos últimos, sus efectos nocivos no serán tan evidentes y podrás encontrar distintas informaciones dependiendo de dónde lo consultes. 

Las que estarán totalmente prohibidas serán la pasiflora, amapola y la valeriana, así como la melisa. Esto se debe a la posibilidad de causar malformaciones fetales. Tampoco será recomendable las infusiones de raíz de regaliz y romero, el aloe, la cúrcuma y el anís estrellado y anís verde. 

Además, será muy importante saber que aquellas plantas que no se recomiendan en forma de infusión, como puede ser el hinojo, la salvia o el romero, pero no habrá ningún problema en utilizarlas como condimento de las comidas. Por tanto, solamente habrá que tomar aquellas infusiones que sepamos de qué están compuestas. No serán recomendables las mezclas.