La importancia de los análisis de sangre en el embarazo para la madre y el bebé
Los análisis de sangre se realizarán durante todo el embarazo para comprobar que la gestación se está produciendo adecuadamente.
Además, ayudará a comprobar el estado de salud de la madre y si padece alguna enfermedad, como la diabetes gestacional.
El embarazo es una etapa que vive la mujer que está llena de exámenes clínicos. Estos meses de gestación comienzan con una de estas pruebas, la que te confirma que estás esperando un bebé. A partir de ese momento, los padres vivirán una serie de emociones y se harán muchas preguntas. Entre ellas, cómo será el proceso del embarazo. Pues bien, lo mejor será acudir cuanto antes a un especialista, que hará el seguimiento durante el embarazo y nos explicará a qué pruebas habrá que someterse durante los meses de gestación. La intención del ginecólogo será revisar, caso por caso, a sus pacientes y darles los mejores consejos para que esta sea una de las mejores etapas de tu vida.
¿Para qué sirven los análisis clínicos durante el embarazo?
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Por eso, serán muy importantes los exámenes en laboratorios, que constituyen un gran avance en cuanto a sanidad y maternidad se refiere. Estos exámenes servirán para detectar cualquier problema o anomalía a tiempo y poder poner una solución o tratar el embarazo de una forma determinada. Mediante un análisis de sangre sencillo y sin mecanismos invasivos, a partir de la semana diez de embarazo, el médico podrá obtener numerosos datos y hasta el sexo del bebé; aunque esta prueba suele hacerse a través de una ecografía. Además, se pueden conocer enfermedades genéticas, como trisomías 13, 18 y 21. Será un proyecto sencillo que consistirá en extraer una muestra de sangre de la embarazada, que aporta una valiosa información sobre su estado.
La primera analítica del primer trimestre de embarazo
Suele realizarse un análisis por trimestre y cada uno de ellos resulta clave para la evolución del embarazo. En el primer control de embarazo, el especialista solicitará un análisis convencional, que incluya información sobre la presencia o no de anticuerpos, así como de posibles infecciones, que puede pasar la madre al feto a través de la placenta. La primera analítica servirá para saber el grupo sanguíneo y el factor Rh; se necesita saber si la madre es Rh negativo y si pudiera haber algún tipo de incompatibilidad con el feto, para poder prevenir las complicaciones. También, se sabrá el hemograma y las plaquetas, ya que se medirán el número de glóbulos rojos, blancos y las plaquetas. Así, se podrá detectar anemia o algún proceso infeccioso.
Además, a través de un análisis de sangre, se podrán saber los niveles de azúcar de la madre. Saber la concentración de glucosa en sangre será muy importante para determinar si existe una posible diabetes gestacional, que suele desaparecer tras el parto. Eso sí, no controlada puede generar ciertas complicaciones en el embarazo.
También, el análisis determinará si la madre es portadora del virus de la hepatitis B o C. Por eso, todas las mujeres deberán hacerse la prueba para tomar las medidas necesarias si el resultado es positivo. Las embarazadas también se someterán a una prueba llamada RPR o VDRL, que descarta la presencia de anticuerpos de la sífilis. Ademas, se comprobará si tiene anticuerpos de toxoplasmosis; una enfermedad que la mayoría de personas adultas ya han sufrido, pero que si la embarazada no, el especialista tendrá que recomendar ciertas medidas para que no se contagie.
Se comprobarán los anticuerpos de la rubéola y el VIH. Este último se podrá frenar a tiempo, si la madre lo padece, antes de que se lo trasmita al feto. También, se realiza el test de Coombs, para detectar si hay presencia o no de anticuerpos anti Rh. Por su parte, el triple screening servirá para medir tres enzimas del feto presentes en la sangre de la madre, como BHGC, estriol y alfafetoproteína. Así, se podrá determinar el riesgo de anomalías cromosómicas en el feto, tales como el síndrome de Down, síndrome de Edwards y los defectos en el tubo neural.
¿Cuándo se realiza la segunda y la tercera análitica?
No solo en el primer trimestre de embarazo se realizarán análisis, en el segundo y tercer también. Se hará un hemograma para controlar el número de glóbulos rojos y los valores de la hemoglobina, así como del hematocrito. Todo para controlar el estado de la anemia de la madre. Durante estos meses, también se realizará el test O’Sullivan para detectar la diabetes gestacional. Para ello, se administrará una solución de glucosa para la que no se necesitará estar en ayunas. Si en el primer análisis se comprobó que la madre no tiene anticuerpos contra la toxoplasmosis, se volverá a realizar el análisis para comprobar que no lo ha contraído. También, en el tercer trimestre se hará otro análisis de sangre, junto con una prueba de coagulación.