Coger a tu bebé en brazos es fundamental para su desarrollo: derribamos falsas creencias sobre esta práctica
Coger al bebé en brazos será recomendable para que el pequeño se sienta protegido y a gusto.
También habrá que enseñarle cierta independencia para que no requiera la atención de sus padres las 24 horas del día.
Con todo, lo más recomendable será que el pequeño pase tiempo en brazos de sus padres, donde se le calmará la ansiedad y los nervios.
Existen muchas creencias sobre llevar a tu bebé en brazos. Puede ser que, en muchas ocasiones, hayas escuchado que llevarlo demasiado puede no ser nada recomendable para el pequeño, pero también notarás que cuánto más tiempo pase cerca de ti, más relajado estará. Por eso, llevarlo en brazos durante cortos periodos de tiempo podrá ser algo maravilloso. De esta manera, el pequeño se calmará más fácilmente si llora porque tiene hambre, porque quiere que le cambien el pañal o porque, simplemente, quieren estar cerca de su madre.
Por tanto, los pequeños no se malacostumbrarán por estar en brazos de sus padres, sino que además será importantísimo para su día a día. Cuando nacen, los pequeños pasan por un proceso de exterogestación, es decir, necesitan acostumbrarse a su nuevo entorno poco a poco: debido a que sus primeros meses estuvieron en un lugar calentito, cuando salen a la realidad demandarán lo mismo. De esta manera, sentirse abrigados y reconfortados en los brazos de sus padres será fundamental para disfrutar de un ambiente muy parecido al suyo.
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Las ventajas de llevar a tu hijo en brazos
Lo primero que hay que saber es que los bebés nacen con la necesidad constante de contacto y afecto. Además, hasta que se van adaptando necesitarán sentir cerca a sus padres. Por eso, durante los primeros meses, lo mejor será cogerles en brazo siempre que lo necesiten. Entre sus beneficios, nos encontraremos con que favorece el vínculo afectivo y permite estar más atento a sus necesidades.
De la misma forma, el pequeño llorará menos, como así lo prueban algunas investigaciones. Cogerle en brazos favorecerá la lactancia materna y aportará más seguridad al pequeño. Las primeras semanas de vida será un gran cambio para el bebé y, en diversas ocasiones, llorará solamente porque necesita a alguien para sentirle cerca. Por eso, el pequeño deberá estar cerca del pecho de su padre y oír su corazón como lo hacía cuando estaba en el útero.
Tener al bebé en brazos también aliviará los cólicos del lactante y reducirá el reflujo, ya que será muy importante tenerlo en una posición horizontal unos treinta minutos tras la comida. En el caso de que al bebé le cueste dormirse, lo más recomendable será que el pequeño esté en brazos y, así, caerá rendido en poco tiempo.
Cuáles serán las desventajas
Respecto a sus contraindicaciones, cabe destacar que llevar a un bebé en brazos será muy recomendado para aquellos paseos por casa, pero no tanto para salir fuera, a no ser que lleves una mochila portabebés o un fular. Si cargas con el pequeño de una forma inadecuada te podrá doler mucho la espalda e, incluso, darte un ataque de lumbalgia o de ciática. Por eso, será muy importante controlar bien la postura y no forzar el cuerpo.
Además, si has acostumbrado al pequeño a solamente llevarlo en brazos, puede ser que no te deje hacer muchas cosas en tu día a día. Por eso, será importantísimo tenerlo en brazos, pero también será recomendable que se acostumbre a estar, de vez en cuando, en su carrito o en una hamaca. De esta forma, el pequeño será más independiente, aunque también reconocerá los brazos de sus padres cuando más lo necesite.
Qué pasa si no coges a tu bebé en brazos
Si no se coge al bebé en brazos, el pequeño podrá desarrollar episodios de ansiedad, ya que estará muy nervioso y excitado. Además, esto desencadenará que esté estresado y ansioso. También, podrá provocar cierta desconfianza, así como falta de autoestima, lo que podrá desencadenar falta de confianza en sí mismo, lo que puede hacer que sea menos cooperante y más individualista.
Por tanto, tener al bebé en brazos no será nada perjudicial para él, pero sí que es cierto que tendremos que acostumbrarle a que sea una persona independiente. Aún así, los brazos de sus padres serán su refugio y es donde más cómodos se sentirán.