Los peligros de la preeclampsia en el embarazo: causas, síntomas y tratamiento
La preeclampsia es una de las complicaciones que pueden surgir en el embarazo y se caracteriza por tener la presión arterial alta.
Cabe destacar que no siempre este tipo de afección puede provocar síntomas, por lo que tendrás que comprobar tu presión con asiduidad.
Durante el embarazo pueden surgir distintas complicaciones. Una de ellas es la preeclampsia, que se caracteriza por una presión arterial alta y signos de daño en órganos como el hígado y los riñones. Generalmente, suele comenzar a partir de la semana 20 de embarazo y en mujeres cuya presión arterial ha sido normal durante los meses anteriores. Si esta no se trata podrá desencadenar complicaciones graves, tanto para la embarazada como para el bebé.
Los síntomas de la preeclampsia
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Respecto a los síntomas, cabe destacar que la preeclampsia no tiene por qué provocar síntomas; la presión arterial elevada podrá aparecer de repente o hacerlo de forma paulatina. Controlarla será algo muy importante durante el embarazo, ya que este será el primer síntoma de que sufres preeclampsia. Tendrás que tener en cuenta que la presión arterial que supera los 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg) o más, registrada en dos ocasiones con, al menos, cuatro horas de diferencia, es anormal.
Otros síntomas podrán ser: el exceso de proteínas en la orina, dolores de cabeza intensos, cambios en la visión, dolor en la parte superior del abdomen y sobre todo en la zona de las costillas y en el lado derecho del cuerpo. También, podrás sufrir náuseas o vómitos, así como menor producción de orina, niveles más bajos de plaquetas en sangre, la función hepática alterada y dificultad para respirar, causada por la presencia de líquido en los pulmones. Es síntoma claro el aumento de peso de forma repentina e hinchazón, en el rostro y en las manos. No obstante, esto último ocurre en muchos embarazos normales, por lo que tendrás que consultar estos signos con tu especialista.
¿Por qué se produce?
Pero, ¿por qué se produce la preeclampsia? Pues bien, su causa se debe a varios factores. Algunos especialistas piensan que comienza en la placenta, el órgano que nutre al feto durante el embarazo. En las primeras semanas de gestación, se forman vasos sanguíneos y estos crecen para enviar sangre a la placenta de forma eficiente. En las mujeres con preeclampsia, parece ser que estos vasos no evolucionan lo suficiente o no lo hacen de la forma adecuada. Esta formación anormal se puede deber a un flujo de sangre insuficiente en el útero, daño en los vasos sanguíneos, un problema en el sistema inmunitario y a determinados genes.
Los otros trastornos relacionados con la presión arterial
La preeclampsia es uno de los trastornos de presión arterial que se puede sufrir durante el embarazo, pero no el único. También podrás padecer hipertensión gestacional, que se da en aquellas embarazadas que no presentan un exceso de proteínas en la orina ni otros signos de daño en algún órgano. Otro trastorno será la hipertensión crónica, que se presenta antes de la semana 20 de gestación o incluso antes del embarazo. Y, finalmente, la hipertensión crónica con preeclampsia superpuesta, que se produce en las mujeres a las que se le diagnosticó presión arterial alta crónica antes del embarazo y luego han presentado un empeoramiento de su situación, así como otras complicaciones.
¿Qué embarazadas corren mayor riesgo?
Los factores de riesgo los presentarán aquellas mujeres que tengan antecedentes en preeclampsia o que sufran de hipertensión crónica y que estén esperando su primer hijo. También, se podrá tener preeclampsia si se trata de un embarazo con un nuevo padre, ya que se correrá más riesgo que si es el segundo o tercer embarazo con la misma pareja; igual que aquellas mujeres que se queden embarazadas pasados los 40 y las que tengas problemas de obesidad. Esta enfermedad será más frecuente en embarazos múltiples y si concebiste a tu primer bebé a través de fecundación in vitro.
Cuanto más grave sea la preeclampsia y antes se presente en el embarazo, más complicado será tanto para el bebé como para la madre. Entre las complicaciones que nos podemos encontrar en estas semanas de gestación está la restricción del crecimiento fetal, el parto prematuro, el desprendimiento placentario y el síndrome de HELLP. Este último, producirá vómitos, náuseas, dolores de cabeza y dolor en la parte superior derecha del abdomen. También, se podrá sufrir eclampsia, daño en otros órganos, así como enfermedades cardiovasculares.
Consejos para prevenirla
Para prevenir la preeclampsia, habrá que reducir la cantidad de sal en los platos, restringir las calorías y seguir una dieta rica y saludable. Algunos estudios han apuntado que la deficiencia en la vitamina D puede estar relacionada con padecer preeclampsia. Aún así, será muy importante que consultes a tu médico, ya que será él quien te de las instrucciones adecuadas para cuidar de ti y de tu embarazo.