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Los Atahan se despiden de Divinity. La emotiva historia familiar que nos ha tenido en vilo durante cuatro temporadas y 400 capítulos ha llegado a su fin con dos trepidantes capítulos que no podremos olvidar en mucho tiempo. La hora del adiós ha llegado y por fin hemos descubiertos qué les ha deparado el destino a Bahar, Efsun, Arda, Mehmet Emir, Zeynep y compañía en un desenlace que, por supuesto, ha estado marcado por la venganza de Kenan.
Y es que aunque durante años ha fracasado en su propósito de vengarse de los Atahan, el mafioso no se ha dado por vencido. A pocas horas del enlace de Arda y Efsun y cuando la joven apenas acaba de descubrir que está embarazada, a Asım no le queda más remedio que cumplir con las órdenes de Kenan y acabar con su vida para salvar a Müge. En presencia de su hijo y completamente roto por la decisión que ha tenido que tomar, el padre del joven la apunta con un arma con la intención de matarla. Lo que no imagina Kenan es que los Atahan le han tendido una trampa: Efsun está viva.
Desafortunadamente, en otro giro inesperado de los acontecimientos Kenan se vuelve a adelantar y secuestra a Efsun y Nuran. Su futuro depende de su propia familia. Ellos deberán elegir cuál de las dos sobrevive. Comienza entonces una guerra familiar. Todos optan por salvar a Nuran a excepión de Arda, que se niega a abandonar a Efsun.
Sin embargo, el plan de Kenan no va según lo previsto. Cuando unos atracadores de poca monta se cruzan en su camino, la historia del mafioso da un giro completamente inesperado. El mafioso, que trata de humillarlos durante el robo a la gasolinera que están cometiendo, acaban disparándole y asesinándole sin que sus hombres puedas hacer nada.
La fortuna sonríe a los Atahan y después de que Nuran sea liberada por Mehmet Emir, alguien libera a Efsun. Sin embargo, mientras Bahar y Ateş logran la felicidad plena dando la bienvenida a su segundo hijo y recuperando a la pequeña Nuran, Efsun ver como su mundo se derrumba cuando Zeynep entra en escena y acaba con la vida de Arda en un giro inesperado de los acontecimientos. Si ella y Arda no pueden ser felices en esta vida, lo serán en la otra.
Otra que tampoco intención de darse por vencida es Zeynep. La prima de Efsun sigue dispuesta a todo por evitar la boda de Arda. Sus madres no tardarán en sospechar. Cuando descubren que falta parte del dinero de la venta de las casas intuyen que algo no va bien. No se equivocan. La modelo ha contactado con Orkun para que la ayude en su plan. Sin embargo su estrategia trae consecuencias inesperadas y Ganimet sufre un ataque al ver a su hija fuera de sí. Pero ni siquiera el delicado estado de salud de su madre detiene a Zeynep, que se hace con una pistola para hacer a la pareja igual de infeliz que lo es ella. "Esta boda no se celebrará jamás", le dice a su madre, a la que reprocha todo el sufrimiento que lleva acumulado durante estos años. Sus palabras destrozan a Sultan, que sufre también un ataque ante los ojos de la modelo, que se marcha sin mirar atrás. Sin embargo, esta vez su ira no irá contra Efsun sino contra Arda.
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