En un giro inesperado de los acontecimientos sale a la luz que el nuevo accionista y dueño de la mitad del club Los Olivos es Mario y ahora, Olivia, su hermano y su madre están atados de pies y manos bajo las directrices de su mayor enemigo. La situación es muy delicado, Mario es la persona que gestiona el fondo de inversión del club y el único que podría llevar a Sonia a la quiebra.