Todo se ha complicado para Mario. Su venganza se ha vuelto en su contra y ahora es él quien está en el punto de mira. El joven se enfrentará a una serie de preguntas en comisaría tras su detención por ser sospechoso en el asesinato de Enrique Sáez. Pero él no será el único. Lola también será interrogada por la inspectora, que comenzará a atar cabos que señalarían a la joven como la verdadera asesina de su padrastro. Por su parte, Abir continua retenida y maniatada por su hermano. Aterrada, la joven intentará desesperadamente huir y escapar de él.