El emo fue un movimiento que surgió en los años 2000 en España y que estaba caracterizado por lucir ropa oscura. Esta subcultura tuvo sus orígenes a mediados de los años 80 en Estados Unidos, donde nació en torno al género musical eso, un subgénero del estilo hardcore punk que llamaba la atención por su estética.
El estilo emo está basado en prendas en colores oscuros, el cabello lisos largos con flequillos, hasta el punto de que puede cubrir los ojos. También, las personas que siguen esta moda maquillan su rostro de una forma más pálida, sobre todo, dándole protagonismo a los ojos. Respecto a su carácter, estos son especialmente sensibles, emotivos y tímidos.
Es que esta tendencia se extendió hasta los 2000, pero fue desapareciendo poco a poco. Hoy en día todavía nos podemos encontrar con algún joven que lleva por bandera esta subcultura, aunque no es lo más normal. Sí que es cierto que parece ser que esa estética, sobre todo a la hora de vestir, está de vuelta.
Si echamos un vistazo a las últimas pasarelas y sus grandes marcas, nos damos cuenta que predominan los colores oscuros y un fuerte maquillaje en los ojos. Así, los modelos que lucían los mejores diseños de casas como Givenchy, Chanel, Versace o Balenciaga portaban prendas más anchas con toques más punk.
También, han sido muchos los influencers que nos han mostrado que esta moda está de vuelta. Este ha sido el caso de las hermanas Kardashian o, incluso, Megan Fox, quienes no han dudado en vestirse con monos negros apretados. También, Georgina Rodríguez reapareció en el Festival de Cannes con un outfit que bien nos puede recordar a esos tiempos cuando solamente se llevaba el negro.
Pero, ¿conseguirá la moda emo salir del mundo de los influencers y las pasarelas y volver a las calles?