Las joyas de todo tipo son los accesorios capaces de darle a un look todo el estilo y la personalidad que necesita. Si eres fan de los collares, pendientes y pulseras, seguro que tienes de todo tipo, y que te encanta combinarlos con cualquier prenda. Sabemos que la forma de llevarlos depende de cada persona, y que hay combinaciones inesperadas que resultan todo un acierto, pero hay un detalle que deberías tener en cuenta a la hora de elegir: el escote que llevas. En realidad es el que determina que unos pendientes o una pulsera armonicen por completo en el look. Por eso no puedes perderte estos consejos para llevar tus joyas según el escote y que te servirán de guía infalible para acertar.
Escote en ‘V’
Es el escote que mejor sienta y uno de los que más nos gusta llevar, evidentemente. Alargan el cuello, estilizan y favorecen la forma del pecho, tengas mucho o poco. En general se adapta muy bien a todo tipo de collares, pero los que mejor le sientan son los tipo cadena, a ser posible fina, que caiga con elegancia por el esternón, y que nunca llegue a rozar la tela del vestido. Si quieres darle protagonismo a los pendientes, los aros grandes son perfectos, al igual que los pendientes largos, siempre que no sean muy anchos.
Se ha convertido en uno de los escotes de tendencia, tanto en primavera y verano como en las ocasiones especiales. Al dejar un hombro al aire es muy favorecedor, y las joyas deben potenciar este efecto. La más acertada es un brazalete en el brazo que queda descubierto, porque crea una simetría óptica sensacional. El grosor del brazalete irá en consonancia con el de la manga o tirante: cuanto mayor sea uno, mayor ha de ser el otro, y viceversa. Además, pueden añadir collares que sean largos para ampliar la abertura del escote.
Pocos escotes hay tan impresionantes como el palabra de honor, que dejan el cuello, los hombros y la clavícula al descubierto. Con él puedes llevar el collar que te apetezca, ya sea una gargantilla, una cadena o un choker. Eso sí, han de ser cortos o de largo medio, y jamás llegar a la altura de la tela. Si prefieres darle el protagonismo a los pendientes, puedes elegir unos grandes y vistosos con total tranquilidad, porque lucirán como merecen.
Aunque parece complicado llevar joyas con este tipo de escote, en realidad no lo es tanto. Es cierto que los anillos y pulseras son estupendos, dejando la parte del escote despejada de accesorios, pero no tengas miedo en añadir un collar fino, como una cadena, que tenga cierto largo para que no se sature la zona del cuello.
Este escote nunca pasa de moda, y tienes diferentes opciones para combinarlo con tus joyas. Le van fenomenal las gargantillas cortas, pero también las cadenas largas para romper la horizontalidad del escote. Y si quieres dejar la zona del pecho libre para que destaque la prenda, los pendientes largos son, sin duda, la opción más favorecedora.