Asun Domínguez, 'la patronista de TikTok', analiza algunos vestidos icónicos: de Penélope Cruz a la reina Letizia
La proliferación de perfiles de todo tipo en TikTok ha dado lugar a que podamos acceder a conocimiento de cualquier temática
Asun Domínguez, una experta en patronaje, analiza los vestidos más virales en la red social y sus comentarios llegan ya a más de 132.000 personas
También somete a su juicio alfombras rojas como la de los Premios Goya, por la que pasan creaciones de los diseñadores más reputados
Asun Domínguez tiene una escuela de patronaje, pero se diferencia de las demás academias de este tipo porque a su fundadora no le ha temblado el pulso para abrirse una cuenta en TikTok, compitiendo con gigantes como Sofía Surferss. Desde esta plataforma ha desempolvado un concepto tan alejado de las nuevas generaciones como la técnica de la confección. "Hay un desconocimiento muy grande sobre algo que usamos todos los días", afirma en referencia a las entrañas de las prendas de ropa. Ella, tablet y lápiz óptico en mano, dibuja sobre las fotos de las actrices e invitadas a las alfombras rojas para mostrar donde están los errores o los puntos fuertes del patronaje de cada vestido. "Cuando hice los comentarios de los Goya, comenté un vestido de una diseñadora gallega que no lo puse muy bien. Me llamó la diseñadora dándome la razón. Resulta que la persona que se lo puso al final decidió no ponerse sujetador y no lo estaba luciendo como en realidad estaba previsto", explica confirmando el buen tino de sus análisis.
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"Las personas que van bien vestidas todas tienen detrás una modista"
Al preguntarle por referentes, en cuanto a diseñadores, lo tiene claro: "Armani. Armani Couture "es la pera". También Carolina Herrera, todavía sigue usando tejidos muy ricos siendo más o menos accesible", subraya. Y cuando se trata de citar a personalidades que desprendan un cuidado patronaje en los looks que luce, lo tiene clarísimo: "La reina Letizia lo hace muy muy bien porque yo creo que todas las piezas que compra se las reajustan a su cuerpo. El largo de la manga, el ancho de la manga, no la encuentras nunca con una arruga, va impecable". Y añade otro nombre, Carmen Lomana: "No sale de casa sin testear el outfit mil veces. Es una persona que se ve que se ocupa y se preocupa de llevarlo todo perfecto. Ella también tiene que tener una persona que se lo reajuste todo. Las personas que van bien vestidas todas tienen detrás una modista".
Análisis de algunos icónicos vestidos: de Penélope Cruz recogiendo su Oscar, a la reina Letizia vestida de Caprile
Ester Expósito, en el Festival de Cannes
Recientemente veíamos a la actriz Ester Expósito con un vestido de Messika en tono nude con bordados en un color más claro, que le hacía unas formas extrañas en la parte del escote y en la zona de la espalda, algo que no suele ser habitual en una alfombra roja donde todos los detalles de los estilismos están cuidados al milímetro. "Está hecho a propósito para llamar la atención, es que no tiene otro motivo, es por eso o crucificamos al diseñador", afirma la experta sobre este look. Y añade: "No me ha gustado. No le encaja por ningún lado. Es un 'mira a ver si hace gracia', y hace mucha gracia porque lo lleva ella y tiene un cuerpazo. Es espectáculo y en el espectáculo entra todo".
Penélope Cruz recogiendo su Oscar
Uno de los vestidos más recordados de la historia también tiene que ver con el cine, en concreto con la meca de esta industria, Hollywood. Y es que en 2009 Penélope Cruz se convertía en la primera actriz española en ganar un Oscar. Para esta ocasión, escogió un vestido blanco con escote palabra de honor y falda de princesa firmado por Pierre Balmain. "La confección es perfecta, está bordado sobre tul, con drapeados e hilos de plata. El corpiño es perfecto, le sienta muy bien a su pecho. La confección es perfecta, ahora el diseño, cada uno tiene sus gustos, a mí no me gusta y visto hoy menos", detalla Asun, y va más allá: "Es un vestido de la muñeca de la tarta de bodas. Le queda muy bien. Pero ya te digo yo que hoy no se lo pondría".
El 'vestido de la venganza' de Diana de Gales
El look negro firmado por Christina Stambolian que lució Diana de Gales el mismo día que el entonces príncipe Carlos confesó su infidelidad en una revista, se gano el sobrenombre de 'vestido de la venganza' y la experta consulta confirma que fue una elección acertada. "Es un vestido negro, perfecto hoy y perfecto hace 30 años. Es un vestido atemporal que te lo puedes poner en cualquier momento y si lo que quieres encima es dar en las narices, mejor", señala Asun. En cuanto a la confección, explica: "Tiene el pecho muy bien dibujado, no aplastado, las personas que no saben hacer ese trabajo terminan aplastándolo".
La reina Letizia el día antes de su boda
Lorenzo Caprile fue el encargado de confeccionar el vestido que la reina Letizia lució la noche previa a su boda. Un diseño confeccionado en shantung de seda en color gris perla, con escote barco y falda de princesa. "Es un vestido de gala bien encajado y bien sujeto. Tu observas que un vestido está bien sujeto cuando la persona no tiene que estar todo el rato retocándose. Una reina no puede tocarse el vestido constantemente. Cumple su función, muy bien cosido", opina la patronista sobre este diseño que pasará a la historia.
En cuanto al patronaje, la experta extrae una característica común de estos últimos tres vestidos: "Esos vestidos se tienen que sujetar en corpiño y el corpiño se sujeta en la cintura. Y a partir de ahí creas lo que quieras, el efecto chal de la reina, o el efecto caída de Lady Di. A las tres les sujeta el vestido el corpiño y a las tres les sienta muy bien el pecho".
El vestido de novia de Tamara Falcó, como ejemplo de perfección
West Gordon, para Carolina Herrera fue el encargado de confeccionar el vestido de novia que Tamara Falcó lució en la ceremonia de su boda, una tarea retadora, según la patronista: "Es el típico corte de vestido de reina, es un vestido es muy difícil de hacer". Y esa dificultad se paga: "Es carísimo, ese vestido va con una estructura interna porque si no, no se puede con el peso y no quedaría tan bonito. Porque lo bonito es que por fuera no haga arrugas ni gestos. Podría costar entre 30.000 a 50.000. Ya solo los bordados a mano te pueden costar 3.000 euros y la tela, que pueden ser veintitantos metros puede costar 150 euros el metro".
Sin embargo, Asun Domínguez está segura de que ni la propia marquesa de Griñón pagó por este diseño: "Estoy convencida de que tampoco lo pagó Tamara. Estoy convencida de que ese vestido no lo tiene ella. Será propiedad de la empresa. Porque es muy pesado y las telas pesadas son caras".
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