Estamos acostumbrados a ver a Isabel Díaz Ayuso con looks más o menos arreglados, ya sea durante las sesiones de la Asamblea de Madrid o en los actos a los que acude como parte de su agenda oficial, recorriendo la Comunidad de Madrid. En estas citas, la presidenta de dicha comunidad autónoma luce looks en los que podemos encontrar vestidos de cadenas low cost, como Zara y estilismos en los que mezcla prendas clásicas como los trajes con calzado deportivo. Hasta ahí, es evidente que la política le ha querido dar un giro a la clásica imagen que proyecta una profesional con su cargo, algo que también hemos visto en otras colegas como Yolanda Díaz. Pero Ayuso ha trascendido la línea de lo esperable en sus looks y ha incorporado otro tipo de piezas que quizás no imaginábamos en su armario.

Y es que más allá de sus compromisos profesionales, la gestora pública también comparte algunos de sus planes privados a través de sus redes sociales. Recientemente ha realizado una escapada a Soria y ha publicado en su perfil de esta red social un álbum con algunas fotografías de este viaje. En ellas se ve cómo comparte tiempo con vecinos de las localidades que ha visitado y cómo guarda en su teléfono imágenes del paisaje nevado.

Llama especialmente la atención una de estas instantáneas en la que la política aparece posando junto a un perro. Aparece convenientemente abrigada para soportar las bajas temperaturas de la zona con un abrigo tipo plumas negro y pantalones oscuros. Pero donde se nos van los ojos en este look es al calzado elegido. Y es que Ayuso apuesta por unas botas Dr. Martens con plataforma, un calzado que para nada se asocia al estilo de vestir al que nos tiene acostumbrados la política.

Este calzado se caracteriza por la comodidad que le proporciona su suela de aire. Es uno de los más utilizado en estilismos urbanos y no extraño que Ayuso lo eligiera si lo que quería era evitar el dolor de pies durante largas horas de caminata por los pueblos visitados. Debido a la popularidad que han ido adquiriendo esas botas la marca ha lanzado diferentes modelos y el que elige la política es el que incorpora un extra de plataforma, que sin perder la comodidad le añade unos centímetros de altura. Este es un modelo cuyo precio ronda los 230 euros, dependiendo de dónde se compre.

Klaus Märtens fue doctor en las fuerzas armadas de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Al tiempo que terminaba la guerra en 1945, se lesionó el tobillo cuando esquiaba en los Alpes bávaros. Se dio cuenta de que sus botas estándar del ejército eran demasiado incómoda. Mientras se recuperaba, proyectó mejoras para las botas, con cuero flexible y suelas con aire. El Dr. Märtens compró cuero en la tienda de un zapatero y con él se fabricó un par de botas con las ahora famosas suelas con amortiguación de aire.

Märtens no tuvo mucha suerte vendiendo su calzado, hasta que se reencontró con un antiguo amigo universitario, el Dr. Herbert Funck, en Múnich en 1947. A Funck le despertó curiosidad el nuevo diseño de la bota y los dos empezaron el negocio ese año en Seeshaupt, Alemania, utilizando caucho desechado de los aeródromos de la Luftwaffe. Este calzado tuvo especial aceptación entre las amas de casa, pues la mayoría de consumidoras eran mujeres de más de 40 años.

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