Además del gusto, que decide el colorido que más va con tu personalidad, el color del pelo y de la piel son dos factores que determinan el colorido de la ropa que más favorece. Generalmente y de manera inconsciente hay colores que sueles repetir en tu armario porque te ves mejor cara, pero lo cierto es que existen normas al respecto que se basan en la teoría del color y es que no son los mismos los colores que sientan bien si eres rubia o morena o si tienes la piel clara u oscura.

La primera división es sencilla, la que distingue entre rubias y morenas, aunque el color del pelo puede cambiar a voluntad. La segunda es la que diferencia entre distintos tonos de piel, aunque dentro de cada gran apartado habría que hacer subdivisiones.

Para saber qué colores son los que más favorecen a las morenas, tomaremos dos grandes grupos: las morenas de pelo con la tez clara y las que tienen la piel oscura. Analizamos cada grupo para conocer los colores que más les favorecen.

Las morenas con la tez clara pueden pertenecer al subtipo otoño o invierno, dependiendo de si el tono de su tez es cálido (melocotón) o frío (blanco). En el primer supuesto, el subtipo otoño, estarán más favorecidas si visten con colores cálidos como el rojo, el naranja y el rosa, los amarillos apagados como el mostaza y el bronce, así como los tonos tierra. No obstante, hay algunos tonos fríos con los que una piel clara y cálida se va a ver favorecida, como el azul turquesa, los lilas y morados, así como el verde oliva.

Si hablamos de los colores que más favorecen a una tez clara de subtipo invierno, tenemos que referirnos a los colores fríos como el blanco, negro, la gama de grises, el azul marino, el burdeos, el fucsia, el morado intenso y los verdes más suaves.

Las morenas de tez oscura y cetrina también pertenecen al subtipo invierno y, más allá de los tonos que favorecen a las que tienen la piel blanca, pueden apostar por los metalizados, los tonos pastel y los colores vivos y saturados que enciendan la piel, como el rojo, el naranja quemado, el fucsia, el amarillo mostaza, el morado, el verde esmeralda o el azul.

En cuanto a los neutros, estas pieles están especialmente favorecidas con blanco y con el gris más intenso si se trata de una piel muy oscura, también con los tonos tierra como el beige o el camel. El rosa pastel y el lavanda ayudan a suavizar los rasgos y los oscuros muy profundos como el negro, el burdeos y el morado, aportarán muchas dosis de sofisticación.

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