Hace ya más de dos meses que Mariola Orellana y Rosario Flores pusieron en marcha 'Ojo con el duende', una tienda en la que ofrecen piezas vintage. "En la calle Martín de los Heros, 66, esquina con Marqués de Urquijo, os esperamos en este espacio lleno de piezas con mucho duende, piezas únicas para todo tipo de público, con precios muy variados y ¡con tesoros por descubrir! 'Ojo con el duende', ahí os esperamos", escribía entonces la mujer de Antonio Carmona. Ahora, cuando el proyecto ya tiene algo más de recorrido, hemos hablado con la representante de artistas para que nos cuente cómo están siendo los primeros pasos del negocio. "De momento estamos muy contentas con la acogida que está teniendo el espacio, todo el mundo que viene repite", nos adelanta.

Y de esa mujer que atraviesa la puerta del local, le pedimos que nos perfile un poco cómo es: "Entra mucha clienta de la zona, y también mucha 'curiosa' que viene a ver cómo es el sitio de Rosario Flores, pero poco a poco nos estamos haciendo con la clientela que nos gusta que es la que aprecia el contenido, y lo compra". Todas ellas entran atraídas por los tesoros de los que se nutre la tienda, que son variados, según nos explica Mariola: "Desde prendas vintage de colecciones privadas, tipo Galliano, Dior, Hermès, Gucci, hasta piezas de bronce antiguas del XIX, figuras de Lladrò antiguas, porcelana de Limoges, y muchos tesoros que van entrando".

Esta selección cuidada es posible gracias al proceso de búsqueda que es amplio: "Los tesoros los encontramos de muchos sitios diferentes. Desde colecciones privadas de personas anónimas, artistas amigas, muestrarios antiguos, mercados vintage y muchos otros sitios inimaginables. Compramos mucho en Miami, Los Ángeles, Milán, Bélgica , ahí encuentras maravillas y son muy dados a este tipo de comercio", detalla la cofundadora del proyecto. Este proceso no se centra solo en la búsqueda, sino que también ponen el foco en la selección: "Nos fijamos ante todo que esté en buen estado y, por supuesto, ¡que sea especial y único! Nos encanta el momento selección y hallazgo de 'tesoros'", apunta.

Poniéndose en el lado de las compradoras, Mariola reconoce que hay piezas que tienen más éxito que otras: "Se venden muy bien los complementos para regalo y los bolsos, la ropa es más complicado pero también se vende muy bien". Y desde su ojo entrenado en la búsqueda, también da algunos 'tips' para aquellas que quieran hacerse con un objeto vintage como los que ofrecen ellas: "Es importantes fijarse que esté en buen estado, y sobre todo que te guste llevarla, ¡y te haga ilusión! Nos gusta ver las caras de felicidad cuando encuentran algo inesperado, es un espacio para sorprender y agradar y, sobre todo, para darle valor a piezas que se amontonan en los armarios sin darles uso para nada. Comercio circular".

El interior está decorado en madera oscura con estanterías que revisten sus paredes. A través de una escalera en el mismo material se accede al segundo piso, en forma de balcón hacia la planta baja, este se delimita con una balaustrada en el mismo tono de madera, que sirve como hilo conductor a la decoración de la tienda. En el suelo se extienden barrocas alfombras y sobre estas se colocan mostradores para exhibir las piezas. También destaca un sofá amarillo de terciopelo que pone la nota de color a la estancia y sirve de punto de descanso a los clientes. Entre la decoración también destaca un busto con el rostro de Rossy de Palma, sus labios pintados de rojo, un tocado de flores y unos pendientes se convierten en su atuendo.

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