Hay prendas que, nada más verlas, dan sensación de lujo. No hace falta que las toques ni de que sepas de qué tejido están confeccionadas, es el patrón y los pequeños detalles lo que hacen que parezca que son caras. Y con la gabardina de Sfera que acaba de llegar a la web de la firma ocurre precisamente eso. Su diseño sobrio se apoya en un color mantequilla que ya de por sí es tendencia esta primavera-verano 2025, pero lo que de verdad marca la diferencia son los bordados. Esos detalles florales que recorren las mangas, el pecho y el bajo tienen la capacidad de elevar una prenda a otro nivel.

Y no es casualidad. Los bordados tienen algo especial: nos remiten a piezas hechas a mano, al cuidado del detalle, a horas de trabajo minucioso que normalmente asociamos con firmas de alta costura o con precios prohibitivos. Por eso, cuando una prenda de colección ‘low cost’ incorpora este tipo de acabados, algo dentro de nosotras se activa. Ese "esto parece de firma" no es solo un cumplido, es una realidad.

Aunque no lo parezca, la gabardina nació con un propósito muy distinto al de acompañarnos a tomar café a una terraza o ser nuestra aliada lo días de lluvia, que este año, además, no están siendo pocos. Su historia arranca en el campo de batalla, cuando Thomas Burberry creó un abrigo impermeable para los oficiales británicos. Desde ahí, pasó a los armarios más elegantes y se convirtió en un icono de la moda. Los mujeres (y los hombres) más elegantes del mundo tienen una gabardina en su armario.

Cada temporada se renueva, pero esta primavera las pasarelas han dado un paso más. Loewe ha apostado por volúmenes XXL y también por la piel, mientras que Dior lo ha reinterpretado con bordados en las mangas y el pecho. En Bottega Veneta, aunque son fieles a la silueta clásica, los trenchs marcan la diferencia con cuero en el cuello y el cinturón.

Y esta gabardina de Sfera no se queda atrás. Tiene el patrón clásico que tanto favorece: hombros marcados, solapas amplias, cinturón que enmarca la figura. Pero lo que lo hace especial son esos bordados en el mismo tono que el tejido, que aportan textura sin estridencias. Un toque sutil, sí, pero muy llamativo. Lo ves y sabes que no es “una gabardina más”.

El color mantequilla se ha coronado como uno de los tonos clave de la temporada. Ni tan frío como el blanco, ni tan obvio como el beige, aporta luz, dulzura y una sofisticación al más puro estilo lujo silencioso que enamora. The Row, Jil Sander, Max Mara… todas lo han incluido en sus colecciones de primavera/verano. Y no solo en prendas, también en complementos y calzado.

¿Lo mejor? Esta gabardina de Sfera (con referencia 56230400287) no solo es preciosa, también es realista. Está confeccionada en una mezcla de algodón (62%) y poliéster (38%), fácil de cuidar (lavado a 30 ºC, y plancha baja), y su precio sorprende más que los bordados: 139,99 €. Porque sí, a veces el lujo también puede ser alcanzable.

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