Es tendencia: vuelven las faldas y vestidos de bajo abullonado

Se las llama faldas abullonadas, globo o de dobladillo burbuja y fueron un auténtico hit a principios de los años noventa con maestros como Lacroix, pero cuando pensabas que era imposible que volvieran, aquí están otra vez. Tras la fiebre de las mangas globo, que llevan varias temporadas conquistando blusas, chaquetas y hasta sudaderas, ahora son los bajos de las faldas y vestidos los que se fruncen para conseguir varios centímetros de teatral volumen.

Varios diseñadores han intentado volver a poner de moda este patrón, en el pasado reciente, Louis Vuitton quiso resucitarlas allá por 2016 sin demasiado éxito, más allá de la osadía de alguna atrevida editora de moda. Pero ahora vuelven otra vez respaldadas por firmas de lujo pero también por marcas de moda pronta y por el Street style, que en definitiva es quien da el toque de gracia para el nacimiento de una tendencia.

Jacquemus, Philosophy di Lorenzo Serafini o Khaite están entre las firmas que han apostado por la forma globo en modelos de minifalda, un tipo de patrón en el que el volumen del bajo, por contraste, se hace muy evidente. Se consigue añadiendo un elástico en el bajo que ayuda a fruncir la tela y al mismo tiempo permite caminar sin dificultad.

También los diseñadores ingleses JW Anderson y Richard Quinn se han atrevido con el dobladillo burbuja, aunque la opción que eligen es dar volumen al bajo de vestidos largos y midi, en una puesta en escena bastante más teatral y algo menos urbana.

Pero la pasarela no es la calle y a pesar de no ser una tendencia fácil, ya hay quien ha probado a llevarla. La primera lección del Street style es que para que exista cierto equilibrio, es importante que el cuerpo vaya ceñido o, si la combinas con chaqueta, que se marque bien la cintura con un cinturón ya que de lo contrario el efecto globo se diluye entre capas de ropa.

Alexandra Pereira se atreve con un modelo de vestido de Kaoa en el que el bajo y las mangas abullonadas se convierten en protagonistas. El escote en V consigue restar parte de ese aire infantil que tiene el vestido, aunque no le quita ni un ápice de romanticismo, y la cinturilla elástica ayuda a equilibrar y estilizar la figura. Es un acierto rematar el estilismo con unas sandalias planas o unas botas de combate.

Otra señal inequívoca de que estamos ante una nueva tendencia es que algunas marcas de moda pronta ya las han incorporado a sus catálogos. Zara no ha resistido la tentación de rescatar este patrón y lo ha hecho en dos versiones: en formato minifalda y en modo maxi vestido. La primera, de talle alto y ajustada a la cintura mediante una cinturilla alta, es perfecta para combinar con tops minúsculos, camisetas o sudaderas cropped y con botas de caña alta. El segundo, un modelo con escote palabra de honor, se puede convertir en el vestido más inesperado de final de temporada.