Hay prendas que no pueden faltar en ningún armario, ya sea masculino o femenino, y una de ellas es la camiseta blanca. Hay tantos modelos como gustos y aunque parezcan prácticamente iguales, no lo son y tú lo sabes.
Cada manga, cada talle y cada cuello está hecho para sentar bien a un cuerpo, por eso es importante conocerse bien y saber qué es exactamente lo que quieres resaltar y lo que prefieres disimular antes de decidirte por uno u otro patrón.
Cada temporada aparecen modelos nuevos, pero también existen modelos de camisetas blancas que cada año se incluye en los catálogos de todas las marcas de moda. Este es un repaso de esas básicas que no pueden faltar en tu armario.
La camiseta blanca básica de mujer tiene el cuello redondo y la manga corta. A partir de estas dos premisas existen multitud de variaciones. Primero hay que hablar del tejido, de algodón más o menos elástico, lo que influye en que la camiseta se ajuste más o menos al cuerpo. Después hay que hablar del patrón, que puede ser recto o con forma. En tercer lugar está la manga, que puede acabar justo en el deltoides, bajar hasta mitad del bíceps e incluso alargarse hasta el codo. Por último, el cuello, que puede ser más o menos cerrado.
Con todos estos datos se pueden hacer muchas variaciones que, en principio, dependen del gusto de cada mujer, pero también de su figura: un cuello muy cerrado potencia el busto, unas mangas muy cortas dejan a la vista los tríceps y un tejido con mucho elástico no disimulan nada.
Aunque la camiseta tradicional lleva el cuello redondo, también existe la opción del cuello en pico. Estos favorecen especialmente a mujeres de poca estatura, porque ayudan a estilizar y a quienes tienen los hombros atléticos, porque rompe la línea horizontal.
Las camisetas con la manga al hombro favorecen especialmente a las mujeres que tienes los brazos bien torneados. Si tienes los hombros estrechos, puedes apostar por los cuellos halter, que ayudan a estrecharlos ópticamente. También cuentas con recursos como las hombreras, los pliegues en los hombros o las camisetas de hombro caído.
Típicamente veraniegas, las camisetas de tirantes son otro básico de cualquier armario y, dependiendo de su grosor, ayudan a potenciar o estrechar los hombros. La colocación también es importante, si caen en la línea del hombro se verán más anchos y si se meten hacia el cuello, se estrechan ópticamente.
La suma de manga larga y camiseta blanca suele aparejar modificaciones en el patrón que la distancien de la imagen de una camiseta interior: cuello alto, cuello perkins, cuello bardott, escotes amplios o tamaño cropped son algunas de las variaciones más habituales.
Las camisetas cropped son perfectas para combinar con pantalones de talle alto, aunque si tienes un vientre bien trabajado puedes usarla para darle un punto muy femenino a unos pantalones baggy o boyfriend de tiro bajo. Las marcas suelen fabricarlas en tejidos elásticos para que se adapten completamente al cuerpo y sean más cómodas, ya que las de algodón se descolocan con cualquier movimiento y siendo tan cortas pueden no resultar tan cómodas.
Las camisetas blancas también son un clásico veraniego de las colecciones masculinas. Del mismo modo que los patrones femeninos tienen variaciones, los modelos para hombre también se diferencian por el tejido, el cuello y la posición de la manga.
Los cuellos más abiertos requieren una buena posición de los hombros para que sienten bien. Las mangas al bíceps son aptas para todos los cuerpos, si son más cortas requieren unos brazos bien trabajados y las más largas están asociadas a un estilo de vestir urbano.
Las clásicas no son las únicas camisetas blancas que encuentras en las colecciones masculinas, del mismo modo que en las colecciones femeninas existen modificaciones en el patrón básico, las colecciones de hombre apuestan por estilos diversos: cuello alto y manga larga para un look preppy, camisetas larguísimas para estilos más urbanos y cuellos perkins para conseguir un look vintage de absoluta tendencia.