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Las chaquetas son un básico con mucho recorrido a lo largo del año, porque las puedes usar sobre camisetas, camisas o jerséis y debajo de los abrigos, así que dar con esa a la que le vas a sacar mucho partido es todo un acierto. Según tu cuerpo y tu estilo, habrá unos patrones y tejidos de chaqueta a los que sacarás más provecho que a otros y esta es la guía definitiva para invertir en esos modelos que no vas a dejar de ponerte.
En general, trabajar fuera de casa condiciona para comprar un tipo de ropa u otra, aunque el tipo de empleo también es determinante, porque no siempre existen reglas de estilo en el centro o puesto de trabajo. Otros factores que influyen es tu estilo a la hora de vestir y dónde vives -por aquello del frío o el calor-. Finalmente, las tendencias también mandan, aunque hay modelos que tardan varias temporadas en pasar de moda y esos son la mejor inversión.
Estos tipos de chaquetas tienen muchas cosas en común, entre otras, su origen masculino. Se han convertido en un básico en el armario de casi todas las mujeres, porque encaja con casi todos los estilos. A la hora de combinarlas encajan especialmente con los pantalones, también con los vaqueros, pero en cualquier caso son chaquetas que encajan perfectamente con otras prendas de vestir como faldas de todo tipo e incluso vestidos.
Si tu día está lleno de compromisos laborales y sociales, encontrarás una buena aliada en estos tipos de chaquetas, que se ajustan igual de bien al horario de una oficina seria, que a los momentos de ocio siempre que la animes a base de complementos
Se llaman así en honor a su creadora, porque fueron una de las tantas aportaciones de Coco Chanel a la moda. Se caracterizan por el tejido de tweed, por el corte algo entallado, el largo por encima de las caderas y la ausencia de solapas. Hasta hace pocos años solían llevarse conjuntadas con su falda en traje completo, aunque ahora se combinan con faldas y pantalones de todo tipo.
Se trata de una prenda muy femenina, que tiene una legión de incondicionales entre las mujeres de estilo más clásico y aunque se han desprendido de su matiz de prenda elitista (porque ya no son todas de Chanel), conservan la elegancia de sus orígenes.
Este tipo de chaquetas tienen su origen en la Primera Guerra Mundial, estaban inspiradas en los uniformes militares, aunque fueron objeto de varias modificaciones hasta llegar al patrón que conocemos hoy y que relacionamos con las motos y con Marlon Brando. Ahora existen miles de interpretaciones: en pieles de colores, en borrego, en tejidos brillantes, con adornos… pero la clásica, la negra de cuero, es una de las prendas más versátiles que se pueden tener en el armario.
Lo cierto es que no es para todos los días y tipos de mujer, hay que tener un estilo de vida que no exija reglas de vestir demasiado protocolarias (o sólo le sacarás partido los fines de semana) y un armario juvenil que encaje bien con el estilo de la biker.
Esta prenda que elevó a la pasarela Yves Saint Laurent en los años sesenta, tiene en común con la biker su origen militar y que también fue popularizada por el cine. Se trata de una chaqueta perfecta para climas templados o para ser usada en otoño o primavera y en climas más fríos para abrigarse en verano. Sus señas de identidad son el patrón ceñido a la cintura y los cuatro bolsillos, dos de fuelle y otros dos de parche, que permiten salir a la calle sin bolso y con las manos libres.
Son perfectas para acentuar la cintura y disimular las caderas, además de imprescindibles si necesitas llevar encima pequeños utensilios para trabajar, pues dispones de suficientes bolsillos para tenerlos controlados.
La beisbolera, también llamada varsity, es una prenda que nació en la universidad como parte del uniforme del equipo de beisbol y de ahí viene su nombre. Su patrón amplio, de forma redondeada, con el cuello, los puños y la cintura elásticos y la manera en que se abrocha, con botones de corchete, le otorgan un aire juvenil y deportivo que encaja a la perfección con los estilos más desenfadados.
Se han convertido en un clásico del armario tanto femenino como masculino y es que las chaquetas vaqueras tienen tantas virtudes que difícilmente te puedes resistir a tener una en tu fondo de armario. Su aire desenfadado, capaz de aligerar hasta el estilismo más sobrio, la resistencia del tejido denim, su versatilidad y comodidad (cuanto más la usas, la lavas y la ensucias, más se acomoda a tu cuerpo) hacen de la chaqueta vaquera un imprescindible para jóvenes y no tan jóvenes que no entienden ni quieren entender de normas o reglas de vestir.