Aunque no forma parte de la casa real, Beatriz de York es miembro de la familia real británica. Y como buena ‘royal british’ su estilo se analiza al dedillo. Porque, además, siempre han tenido grandes referentes, como Isabel II, Lady Di o Kate Middleton. La joven, que este año cumplirá 34 años, es hija del príncipe Andrés y Sarah Fergunson y, además, se ha estrenado como madre el pasado mes de septiembre.

Su estilo recuerda mucho a esa tendencia británica más tradicional, ese que lucían muchos de los miembros reales durante sus vacaciones en el castillo de Balmoral o en las playas más próximas a Londres. Ese que durante los años 80 y 90 fue tan reconocido y marcaron siempre tendencia.

Fue hace muchos años cuando se empezó a analizar el estilo de Beatriz de York, también cuando comenzó a tener cierta presencia social. Durante la boda de su primo el príncipe Guillermo, la nieta de Isabel II sorprendió a todos con un impresionante tocado y un sencillo abrigo en tono nude firmado por Valentino. Junto a ella también iba su hermana, Eugenia, que tampoco dejó indiferente a nadie.

Eso sí, parece ser que Beatriz aprendió la lección y no quiso ser, de nuevo, el foco de toda la atención. Por eso, en el enlace del príncipe Harry con Meghan Markle, la joven se decantó por un vestido más sencillo en azul y un casquete de tiras. Probablemente fue considerado un look más aburrido que a los que nos tenía acostumbrados, pero siempre siendo fiel a su estilo.

Esas opciones más tradicionales también suelen perpetuarse durante los eventos familiares reales. Por eso, durante la misa de Pascua o cualquier otra celebración, Beatriz elige la fórmula, con la que muy probablemente se sienta muy a gusto, de abrigo-vestido con algún que otro tocado más disimulado, porque pocas veces ha vuelto a lucir alguno como el que eligió para la boda de su primo Guillermo.

Eso sí, cuando le toca alejarse un poco del foco royal, la joven no duda en arriesgar, aunque sea mínimamente. Y para ello, la Gala MET siempre es el lugar más adecuado. Para la gala de 2018, la princesa de York se decantó por un vestido de gasa transparente en púrpura con distintas aplicaciones de joyas en la zona de las mangas y el escote de Alberta Ferreti. Para su cabello eligió una diadema.

Y para su boda tampoco dejó indiferente a nadie. Fue el pasado 17 de julio cuando la princesa se dio el ‘sí, quiero’ con su novio, Edoardo Mapelli. La celebración fue totalmente secreta, y pospuesta debido a las medidas Covid, y se celebró en Windsor. Entre los asistentes estaban la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.

Su vestido de novia fue todo un acierto. La joven se decantó por un diseño de Norman Hartnell, uno de los diseñadores reales por excelencia. Este perteneció a la reina Isabel II y lo ha llevado en distintas ocasiones. La primera vez que lo lució fue en un viaje a Roma y está hecho de tafetán de Peau de Soie en tonos marfil. Además, está adornado con satén y un corpiño geométrico con diversos brillantes.

Para esa ocasión tan especial fue remodelado por Angela Kelly, la asesora de confianza de la reina, y por Stewart Parvin, su diseñador favorito, con unas mangas de organza abullonadas. Las otras dos ocasiones en las que la reina lo lució fue en el estreno de la película Lawrence de Arabia en Londres en 1962. Para esa ocasión, la reina lo combinó con una corona imperial, capa y un collar de chatones.