El tweed es uno de los tejidos más apropiados para vestir en invierno por su capacidad para aislar del frío y la humedad y aunque durante años ha estado vinculado a un modo tradicional de entender la moda, las marcas han sabido reinventarlo para integrarlo en los armarios más actuales.

Tanto en su faceta más clásica como en las versiones más modernas, el tweed se ha convertido en una de las tendencias más potentes de la temporada, siendo una de las propuestas más recurrente de las pasarelas de otoño/invierno 2021-2022.

Firmas como Dior, Saint Laurent, Anthony Vacarello, Giambattista Valli, Schiaparelli y, por supuesto, Chanel han conseguido que esta temporada las prendas de tweed están entre las más deseadas y no sólo por sus aptitudes frente al mal tiempo, sino por su capacidad para aportar un extra de estilo a cualquier look.

El tweed es un tejido de lana calada y acabado irregular, con gran capacidad para aislar del frío y la humedad. Su tacto suave, pero resistente y ligeramente elástico, lo convierten en un material perfecto para la confección de prendas de vestir.

Su origen se sitúa en Escocia, toma su nombre del río Tweed, y se fabricaba de manera artesanal con hebras de lana de diferentes colores y, según el tipo de hilatura se obtienen diferentes estampados: príncipe de gales, espiga, jaspeado o pata de gallo.

A pesar de su origen británico, fue Coco Chanel quien popularizó el tweed de punto jaspeado como tejido de lujo, pasado de ser el tejido estrella de las prendas del campo a los armarios urbanos de las mujeres más distinguidas.

Sin haber perdido su carácter de referente clásico, los códigos de estilo del tweed se han renovado y sin dejar de ser el tejido que mejor se lleva con una falda lápiz, ha pasado a ser el compañero de fatigas de los vaqueros, los pantalones de pana, el cuero e incluso del chándal. Así es como se lleva el tweed esta temporada según las expertas.

Una falda de tweed no es una novedad hasta que cae en manos de Pernille Teisbaek, que la combina con medias tupidas, mocasines y abrigo oversize. Para completar el conjunto, un gorro de lana que añade un toque informal y juvenil.

El clásico pantalón de tweed de caballero ya es suficiente para un look impactante si quien lo lleva es una mujer, pero si además eliges un patrón oversize, el resultado es ultramoderno. Combínalo con un suéter ajustado al cuerpo para equilibrar y evitar sobredimensionar la figura.

Si los opuestos se atraen, ningún tejido está más en las antípodas del tweed que el cuero y esa es la razón por la que funcionan tan bien juntos. No hay que hacer malabarismos, es suficiente con mezclar blancos y negros para que el look resulte armónico y actual.

Aunque hace ya muchos años que los vaqueros entran dentro de la categoría de clásicos del armario femenino, eso no evita su capacidad para actualizar las tradicionales chaquetas de tweed en una prenda juvenil y moderna.

Las prendas de pana son otro de los básicos invernales que experimentan un cambio de identidad cuando se combinan con tweed. Si además apuestas por mezclar colores alejados de los tradicionales de esta época del año, el resultado es absolutamente apetecible.

Hace unos años había que ser muy valiente para convertir un pantalón de chándal en una prenda que servía para algo más que para hacer deporte o andar por casa. Tras la pandemia esos códigos cambiaron y ahora hay quien consigue que resulte elegante combinado con una chaqueta de tweed. Una hazaña sólo apta para profesionales.