Recortar por las dos caras. Este tipo de vestidos pierden la espalda casi en el ombligo. Son excesivos y por esa razón no son fáciles de llevar. Es un acierto por parte de Miranda Kerr elegir el blanco y negro porque suavizan la exuberancia del patrón. El largo a la rodilla y el color blanco del vestido de Rosie Huntington-Whiteley también hacen que parezca menos sofisticado y hasta adecuado para un cóctel.
Recortar los laterales. Si careces de vergüenza y estás dispuesta a que te miren sin pudor, puedes optar por uno de estos tres modelos. Los de la diseñadora Norma Kamali elegidos por las cantantes Eliza Doolittle y Miley Cyrus enseñan casi lo mismo que el Anthony Vacarello de Anna dello Russo, toda la piel del costado.
Recortes asimétricos. La actriz Blanca Suárez, muy atractiva en Los Goya, con vestido negro de Pucci de asimetrías en manga y escote. Lilly Collins angelical de corto y blanco, vestida de Cushnie et Ochs con cortes en escote y cintura. Emma Watson, la que enseña más piel, vestida de Prabal Gurung en la gala del MET.
Recortes discretos. Otra posibilidad es que sólo queden pequeñas zonas del cuerpo descubiertas. Se trata de hacer un guiño a esta tendencia sin pasarse de ‘fashion’. Es el caso de Diane Kruger, la actriz elige un vestido de Pucci aparentemente muy recatado con sorpresa lateral. Carlota Casiraghi prefiere pequeños y discretos cortes en el pecho y Doutzen Kroes opta por liberar su cintura.
Recortes de ‘top model’. Las que tienen piernas que enseñar que las enseñen. Esa parece ser la consigna seguida por muchas modelos que confían en Anthony Vaccarello, como Izabel Goulart y Anja Rubik, o en Pucci, el caso de Karolina Kurkova, para que las vista y de paso les saque partido a sus medidas.
Recortes excesivos. Abusar de una tendencia puede hacerte caer en una trampa y se puede convertir en tu peor enemigo. Aunque Irina Shayk tiene un cuerpo escultural enseñarlo casi al competo no le ayuda a ser la más elegante. Kim Kardashian ya sabemos que pasa de todo por eso pasea orgullosa en su Givenchy. Jamie Alexander, sencillamente, se ha pasado con su Azzaro.
Recortes aburridos. En el otro extremo están las que quieren pero no se atreven. El vestido de Kate Bosworth, que suele acertar con sus estilismos, es una mezcla extraña entre un camisero y Bollywood. Jessica Alba ha elegido un ‘quiero y no puedo’ de Narciso Rodríguez. El extraño caso de Freida Pinto es de difícil descripción: un vestido-túnica con cortes sin estrategia.
Recortes en los leggings. El punto macarra viene de la mano de la nueva misa del ‘grunge’, Taylor Momsen y sus cortes horizontales. También Rihanna se apunta, en forma de nido de abeja, de la mano de Rodarte. La ex-spice Geri Hallywell prefiere encorsetar los laterales de sus pantalones. Tres modelos de estética complicada.
La chica de los recortes. La actriz Gwyneth Paltrow se ha aficionado a esta tendencia. Comenzó de manera tímida con un vestido rosa con un corte horizontal en el escote de la casa Valentino. Se pasó al negro con un patrón más atrevido diseñado por Michael Kors y terminó por enseñar espalda y pierna con un vestido blanco de Pucci.
La bota recortada. Balenciaga creó la primera y luego le siguieron las demás. Las ‘it girls’ como Elena Perminova, las diseñadoras como Ashley Olsen y las cantantes como Miley Cyrus se han vuelto locas con ellas. Muchas marcas de masa se han inspirado en ellas o directamente las han fusilado. Super ventas para el original y, cómo no, para las copias.
Y otros recortes. Otros diseñadores se han apuntado a la moda del ‘cut out’. Christian Louboutin lo aplica en los botines que lleva Nicole Kidman. Elle Fanning elige un modelo de Chanel que lleva recortado el frente de la bota. Rita Ora, mucho más arriesgada, opta por las de Miu Miu, altas y sólo sujetas por detrás.