Tras casi tres meses de encierro, vamos entrando poco a poco en la famosa nueva normalidad. Del confinamiento absoluto, el estado de alarma ha pasado a hacer ciertas concesiones que se han traducido en reencuentros con los nuestros y salidas al aire libre. Al igual que el resto de los mortales, los vips han hecho de sus redes un diario en el que contarnos al minuto cómo se están adaptando a este esperado cambio de fase. Y esto nos ha permitido ser partícipes de los primeros posados del verano. ¿Cómo íbamos a inaugurar la temporada de baño sin poder salir de casa? Pero, aunque más tarde de lo habitual, por fin ha llegado el momento.

Cristina Pedroche se encuentra en ese pequeño grupo de afortunados que ya se han podido dar su primer chapuzón del año. Así lo ha asumido ella misma en su último post, donde la vemos posar con un bikini de corte triángulo y valorado en 99 euros en tonos verde neón, con pequeños detalles en amarillo, de Capriche, su firma de referencia. "No hay nada como tener amigos con jardín", ha escrito, dando las gracias a los anfitriones.

Entre los comentarios a esta publicación, que ya acumula casi 100 mil likes en apenas unas horas, encontramos palabras de cariño de amigos de la presentadora, que se han alegrado de verla tan sonriente tras una cuarentena en la que ha pasado por sus altos y sus bajos en el excéntrico piso que comparte con Dabiz Muñoz. Y ante tanta reacción, una usuaria anónimo le ha decidido dar sentido del humor al post preguntándole directamente si nos estaba enseñando el que será su próximo vestido para Nochevieja.

Si Cristina Pedroche tiene la suerte de contar con amigos con jardín, otras son aún más afortunadas. Paula Echevarría, que se instaló hace unos años en su nuevo chalet de Villafranca del Castillo, inició hace ya unas semanas esta ansiada temporada de piscina, mostrándonos casi a diario su conjunto escogido y dándonos envidia sana (o no tanto) tomando el sol en su espectacular jardín privado.

Otros casos, como el de Laura Escanes, ha venido acompañado de polémica. Durante el estado de alarma, la influencer nos hacía partícipes del primer baño de Roma. Un momento especial para los padres de recién nacidos que chirrió a sus seguidores, que no entendían cómo la joven ya estaba disfrutando de la piscina en pleno confinamiento. Finalmente, la influencer se vio obligada a zanjar la polémica aclarando que se trataba de una piscina privada, no comunitaria, por lo que no estaba incumpliendo ninguna normativa.