Estos días en casa nos han servido para muchas cosas. Entre ellas, para aficionarnos a actividades que nunca podíamos haber imaginado que nos gustaran, para hacer volar nuestra imaginación y dedicarnos a realizar distintas manualidades. Por eso, durante estos días, los productos estrellas han sido las camisetas TIE-DIY, los mandalas y el crochet o ganchillo. Nos hemos dado cuenta que con pocos productos podemos crear auténticas maravillas, como camisetas, chaquetas o tops. Además, ahora, el crochet está más de moda que nunca y nos servirá para cualquier momento y evento del día. Por eso, si tenemos buena mano cosiendo y queremos ahorrarnos unos euros, siempre podemos ponernos manos a la obra a hacer ganchillo.
Además, será una actividad que nos mantendrá entretenidas durante un tiempo y hará que nuestra mente se relaje y se olvide de pensamientos negativos. Eso sí, para empezar a coser tendremos que tener siempre unos productos básicos. No te convertirás en un maestro del hilo y la costura en el primer día, pero sí que podrás ir mejorando jornada tras jornada. Y, así, luego podrás presumir de tus creaciones. De forma general, para coser necesitaremos un libro especializado, donde podamos consultar todas las dudas que nos surgen sobre la costura. Aunque siempre podremos consultar en internet, que será una excelente guía para iniciarnos en este mundillo. También, en Tricotocosas te darán varios consejos para coser como un auténtico profesional.
Luego, aunque la mayoría de pasos suelen hacerse con aguja e hilo, sí que es cierto que tener una máquina de coser en casa siempre nos vendrá muy bien. El acabado será mucho mejor que si lo hacemos a mano y, además, nos ahorrará trabajo, porque, aunque parezca que no, coser a mano es cansado. Además, el acabado será muy parecido al de los profesionales, pero sin salir de casa. Otro elemento que no puede faltar en tu cajón de costura serán los hilos, estos serán imprescindibles para comenzar a coser lo más básico. Así, podrás realizar bordados y cosidos sencillos. Otro artículo imprescindible serán unas tijeras especializadas, de corte limpio y con punta, que permitan hacer trazados más concisos sin que las telas o los hilos se deshilachen o se dañen.
Si vas un poco más allá y necesitas cierta precisión, lo mejor será que te hagas con un metro, para poder medirlo todo. Este debe ser blando y adaptable a las diferentes superficies del tejido, de tela plastificada suave y plano. También, será una buena idea hacerte con un kit de alfileres y agujas, que tendrán que ser identificables fácilmente. En el caso del ganchillo o crochet, lo mejor será que te compres un kit con ganchos de ganchillo, agujas de acero, contador de líneas, cinta métrica y una bolsa de seguridad para los distintos elementos. Además, será muy importante tener un buen material, como unos ovillos de hilo grueso o lana.
Para iniciarse en el mundo del ganchillo, y una vez que tenemos todos los materiales, habrá que escoger bien el tipo de aguja, tener en cuenta el tipo de hilo que vamos a utilizar y lo que queremos hacer. Además, para no sufrir fatiga visual, lo mejor será que trabajes con buena luz. Lo mejor será que comiences por un hilo de tamaño tres o cinco y una aguja de tamaño OO de cabeza grande. Otro punto importante será que busques un equilibrio entre la tensión del trabajo y la holgura del hilo para que no se enrosque. Además, ten en cuenta que cuanto más lo practiques, más fácil será con el paso del tiempo.
Una vez que ya sabes cómo manejar las agujas tendrás que buscar el punto de ganchillo que más se adapte a lo que quieres. Para el ensamblado, empieza el ganchillo o crochet haciendo un nudo corredizo. Tras ello, deberás pasar la hebra por encima del dedo índice de la mano izquierda y, luego, de arriba abajo, pasar el hilo sobre el pulgar. Agarra firmemente las dos hebras que queden sueltas con el resto de los dedos de esa misma mano y coge la aguja con la otra. Introdúcela en la lazada resultante del pulgar. Con el gancho, recoge de derecha a izquierda la hebra que sale del dedo índice, tirando de ella. Introduce la aguja a través de la lazada del pulgar y después, suéltala. Estira la hebra un poco hasta que el punto quede flojo sobre la aguja.
El punto de cadeneta será más fácil. Para hacerlo, lo primero será pasar la hebra de fuera hacia adentro, entre los dedos meñique y el anular de la mano izquierda. Después, habrá que dar dos vueltas con el hilo al dedo índice, sujetando el nudo que hemos hecho en el apartado del ensamblaje. Ahora, recoge con la aguja la hebra tensada y pásala a través del orificio. Así, conseguirás tu primer punto de cruz.
El punto bajo también será otra manera de hacer ganchillo. Para ello, deberás hacer un punto de cadeneta extra a los necesarios para tu faena, y ahí es donde comenzamos con el punto bajo. Luego, habrá que introducir la aguja de adelante a atrás, atravesando el penúltimo punto de la cadeneta.
Engancha la hebra por debajo y, con ella agarrada, pásala por el punto de cadeneta donde se halla la aguja. Obtendrás dos bucles sobre la aguja, así que recoge la hebra y pásala por ambos bucles. Sigue realizando puntos idénticos hasta alcanzar el tamaño necesario para tu labor. Al final de la hilera, lo mejor será que hagas un punto en la cadeneta para cambiar a la siguiente fila. Gira la pieza tejida y pasa el ganchillo por debajo de las dos hebras superiores del primer punto bajo. Toma de nuevo la hebra y pásala también por el punto bajo, para después volver a sujetarla y atravesar con ella los dos bucles.