Hace tiempo que el compromiso con la moda ética empezó a cambiar la forma de consumir y fabricar la ropa y los complementos, un proceso que comenzó entre los años setenta y ochenta que aún no ha evolucionado lo suficiente como para que se pueda hablar de una realidad.
Algunas firmas de moda empezaron por dejar de utilizar piel animal para elaborar sus colecciones, una tendencia en alza a la que se apuntaron, entre otras, marcas de lujo como Vivienne Westwood, Stella McCartney, Armani, Gucci, Tommy Hilfiger, Versace o Michael Kors. Algunas no han dejado de fabricar ropa, bolsos y zapatos de piel, pero con conciencia ambiental mediante el uso de pieles falsas
que cada vez utilizan más rostros famosos.
Aunque hay que partir de una evidencia, que el cuero real no es compatible con un estilo de vida ético y sostenible, el problema es que la alternativa del falso cuero tampoco lo era hasta ahora porque en su proceso de fabricación se utilizan derivados del plástico, una palabra maldita para cualquiera que decida adquirir un compromiso con el medio ambiente.
La inversión en investigación ha permitido el desarrollo de la piel vegana: nuevos tipos de tejidos de apariencia similar a la del cuero, pero completamente veganos ya que se obtienen a partir de plantas, frutas y hongos.
Koba, piñatex, desserto, apple skin, mylo, fungiskin y muskin son tejidos similares al cuero en aspecto y resistencia, pero de origen natural y realizados con procesos de producción sostenibles. Su objetivo es sustituir al plástico, única alternativa que existía hasta ahora para evitar el cuero animal.
Koba es una piel de zorro libre de piel es el material desarrollado por Ecopel con las fibras de las plantas DuPont Sorona y polyester reciclado. Para la fabricación de este material se necesita un 30 por ciento menos de energía y un 63 por ciento menos de gases de efecto invernadero que el utilizado para los sintéticos convencionales. Además, se puede reciclar al final de su vida útil.
Piñatex es el cuero derivado de la piña, el resultado las investigaciones realizadas en los años noventa por la Dra. Carmen Hijosa. Se obtiene de las fibras de la hoja de piña que se extraen durante la decorticación, un proceso se ejecuta directamente en la plantación por quienes realizan la recolección. Posteriormente la fibra se somete a un tratamiento industrial mediante el que, sin necesidad de químicos tóxicos, se transforma en cuero 100% vegetal. Además, el subproducto derivado se convierte en fertilizante orgánico o biogás.
Desserto es un cuero vegano y biodegradable hecho a partir del cactus de Berbería que han creado en México Adrián López Velarde y Marte Cázarez. Este tipo de cactus crece de manera abundante en muchas zonas de México, pero que cultivan en una plantación de forma orgánica, sin sistemas de riego, pesticidas, herbicidas ni fertilizantes, cuando se cosecha se seleccionan las hojas maduras, se secan al sol y se mezclan con una biorresina y una tela reciclada, preferentemente algodón, hasta obtener el cuero vegano.
AppleSkin es otra alternativa vegana al cuero que ha sido patentada por Frumat. Se fabrica a partir de manzanas cultivadas en Bolzano, una ciudad situada al norte de Italia. En su proceso de fabricación se utiliza la piel y la pulpa resultante de exprimir las manzanas que se usan en la industria alimentaria y que se descartan como residuo. Sobre este éxito han creado también Pellemela, otro material sustituto del cuero hecho en un 50% de fibra de manzana reciclada y otro 50% de poliuretano.
En relación con el cuero de setas hay que hablar de tres materiales similares al cuero, los desarrollados por Bolt Threads que ha creado Mylo, Zvnder que es responsable de Fungiskin y Grado Zero Espace que ha desarrollado Muskin.
Mylo
La primera, Bolt Threads, es una empresa californiana, responsable también de la llamada seda de araña hecha de jarabe de maíz fermentado, es la que ha creado el Mylo, un material fabricado a partir del micelio de las raíces de un hongo que se desarrolla en laboratorio.
Fungiskin
Zvnder es una firma alemana de complementos que ha decidido trabajar con cuero de hongo de yesca, una materia prima que se realiza a partir de hongos que crecen en abedules, hayas o robles para la obtención de un material similar al cuero Una vez obtenida la materia prima se somete a un posterior procesamiento para adaptarlo a las necesidades de cada producto. El resultado es Fungiskin, un tejido orgánico y vegano, libre de químicos, con propiedades absorbentes, antibacterianas y antisépticas.
Muskin
Muskin es una de las aportaciones de la empresa italiana Grado Zero Espace, dedicada al estudio de materiales y tecnologías innovadoras para el desarrollo de nuevos productos. Se trata de una alternativa al cuero 100% vegetal que se elabora sin sustancias tóxicas y químicas a partir de la parte superior de un hongo parasitario que crece en los bosques subtropicales. Su aspecto es parecido al ante y se trabaja de manera similar, pero tiene una gran capacidad para absorber la humedad y luego soltarla.