Con la llegada del verano es el momento de tomarse muy en serio la importancia de la protección solar para la piel. Además de las cremas, que no debes dejar de usar durante todo el año, es recomendable utilizar sombreros en las horas centrales del día. Además de ser ayuda extra contra los rayos UV, son un complemento maravilloso para esta época del año.

Las influencers han sacado ya los suyos a la calle, se los han llevado a las playas y a las piscinas y nos han regalado tantos modelos que podrás elegir uno para cada día de la semana.

El elegido para la playa por Marta Lozano ha sido el sombrero panamá, también conocido como jipijapa, es un sombrero originario de Ecuador que se elabora con hojas de palmera trenzadas. Se reconocen por su característica forma, suavemente triangular en la corona, con ala y una cinta que rodea la copa. Son tan flexibles que se pueden doblar y luego recuperan fácilmente su forma. El material con el que se confecciona no da calor y combina con todo tipo de looks, eso lo convierte en el complemento perfecto para usar los días en que aprieta el calor.

Marta Fernández Rubíes ha optado por el sombrero fedora, un modelo que se confunde fácilmente con el anterior y también con el borsalino. Del primero se distingue por la forma de la corona, en el fedora la forma triangular es más pronunciada. Del segundo sólo se diferencia por el material originario en que se confeccionaban, el fedora en fieltro de lana y el borsalino en fieltro de pelo de conejo.

Actualmente ambos se fabrican en paja y palma trenzada, por eso se han convertido en básicos del verano. Algunos modelos, como el de María, incorporan alas más anchas que los originales, aumentando la sombra en la cara y la carga de sofisticación.

Paula Gonu lleva un sombrero trilby el típico sombrero de gánster de película. Su peculiaridad radica en que tiene un ala muy corta ligeramente elevada por detrás. Se coloca ligeramente inclinado sobre la frente, pero es poco útil para protegerte del sol, se trata más un accesorio para utilizar por las tardes. Se trata de un sombrero muy masculino que resulta especialmente atractivo cuando se combina con prendas muy femeninas.

El buket y el boonie son dos tipos de sombrero confeccionados en tela de algodón. El primero es el clásico que llevan los pescadores, en forma de cubo, con ala corta y caída. El segundo, el de Teresa András Gonzalvo, es muy similar al anterior, pero lleva el ala más ancha y suele tener un cordón para sujetarlo al mentón. Son los más informales y divertidos. Además, son cómodos, lavables y, al confeccionarse en tejido de algodón, es fácil encontrarlos en multitud de colores y estampados.

El canotier es la elección de Ángela Rozas, un sombrero de origen veneciano, de ala y copa planas que se fabrica en paja. Aunque el clásico sigue siendo una apuesta veraniega de lo más apetecible, el de ala ancha se ha convertido en el complemento favorito para las tardes veraniegas. Se trata de una versión actualizada del clásico sombrero de los gondoleros venecianos, que combina igual de bien con el biquini, con un vestidito romántico o con unos vaqueros pitillo.

Son los más sofisticados de la familia. La pamela es el sombrero de ala ancha propio de celebraciones diurnas. Las confeccionadas en fibras naturales, como la de María Pombo, se han convertido en uno de los sombreros favoritos del verano, capaces de proteger la cara y escote. Para no caer en excesos, para ceremonias formales es mejor que su ancho no sobrepase el de tus hombros, aunque lo cierto es que para otras ocasiones se llevan las XXL.

El floppy es una versión de la pamela con el ala moldeable. Tuvieron su apogeo en la década de los 60’s y hoy es uno de los sombreros favoritos de las chicas que adoran el estilo boho.

El cowboy tiene unas características muy definidas que son el ala ancha y la copa alta y coronada. Se fabrican en paja y en fieltro y puedes encontrarlos rígidos y blandos y por su forma se distinguen cinco tipos: Montana, Cattleman, Pinch Front, Telescopio y Tom Mix, el elegido por Belén Ostalet.

Siete tipos de sombrero, tantos como días tiene la semana para empezar el verano protegida y con mucho estilo.