Correr está de moda. El running se ha ganado a pulso convertirse en un deporte con cada vez más adeptos entre las calles de cualquier ciudad por un sinfín de razones, empezando porque es muy completo, podemos adaptarlo con libertad a nuestros horarios y la equipación no tiene porqué suponer un gran gasto económico. De hecho, aunque el running ha hecho proliferar toda una amplia variedad de accesorios y ropa específica para correr que hacen las delicias de los adeptos a este deporte, solo hay algo imprescindible para hacer running en condiciones: unas buenas zapatillas.
En este punto los expertos están de acuerdo: la mejor zapatilla no es la más cara, sino la que más se ajusta a tus necesidades como corredor. Vamos a contarte a qué necesitas prestar atención para no volverte loca a la hora de elegir las zapatillas correctas, si es que has decidido poner tus pies a volar sobre el asfalto de tu ciudad.
Seguramente este es el factor al que debes prestar mayor atención. Puede que tengas la pisada neutra, y que todo te venga bien a la hora de elegir zapatillas, pero es bastante fácil que tengas tendencia a la pronación o a la supinación, y eso sí debería influir en tu decisión.
La pronación es el giro del pie hacia el interior cuando pisa el suelo. Es un giro natural, pero si es excesivo, algo que no es bueno ni malo, puede provocar lesiones a la hora de correr. Si ese es tu caso (se calcula que es el del 50% de los corredores) deberás buscar un modelo de zapatilla pronador, que tiene una mayor sujeción para evitarte lesiones.
La supinación se produce cuando el giro del pie hacia el interior es menor de lo que debería, o incluso la rotación se produce hacia afuera. Suelen ser pies en los que el puente es muy elevado o muy rígido. La tendencia de este tipo de pies es impactar con demasiada fuerza en cada pisada, por lo que necesitan unas zapatillas con un refuerzo en la amortiguación.
Para saber cuál es tu tipo de pisada lo mejor es que consultes con un experto, pero también puedes observar en tu propio calzado cuál es el patrón de desgaste de la suela: si el desgaste se produce en la parte exterior del talón hasta la puntera tendrías un tipo de pie supinador; si el desgaste está en la parte exterior del talón y continúa por la parte inferior del metatarso habría exceso de pronación; y si el desgaste de la suela tiene forma de S la pisada es neutra, y no necesita sujeción ni amortiguación extra.
Otro factor que debes tener en cuenta es la experiencia que tienes como corredora. Si ya eres una runner experimentada, y participas en carreras y maratones, debes prestar atención a la amortiguación, que hará la carrera más confortable y cuidará de tu pisada para que tus articulaciones no sufran desgaste por los kilómetros recorridos. Si esto es así seguramente tienes una técnica ágil, rápida y dinámica, y puedes optar por unas zapatillas ligeras y flexibles. En cambio, si eres principiante, tu técnica no estará tan depurada y el impacto contra el suelo será mayor, así que lo conveniente es que busques unas zapatillas con una buena sujeción y amortiguación. Así ganarás en comodidad y evitarás posibles lesiones.
Una de las ventajas del running es que puedes practicarlo sobre el asfalto, pero también sobre caminos de tierra, parques, etc. Si habitualmente corres por las calles de tu ciudad debes prestar atención al impacto de la pisada, por lo que deberías buscar unas zapatillas con buena amortiguación para reducirlo todo lo que puedas.
En cambio, si corres sobre superficies más blandas la amortiguación ya no es tan importante. Lo que prima entonces, para evitar caídas, es la sujeción y la estabilidad.
Puede que hayas oído que las zapatillas de correr han de ser de un número mayor a la que uses normalmente. Esto tiene algo de cierto, porque mientras corremos aumenta el flujo sanguíneo del pie y la hinchazón, por lo que se inflaman, por eso es necesario que sean más grandes que otro tipo de calzado. A la hora de elegir tus zapatillas, asegúrate de que no te aprietan los laterales, para evitar la formación de ampollas. Y el final del dedo no debería adentrarse en la zona donde se estrecha la zapatilla, porque unas uñas apretadas a la hora de correr son la causa de uno de los males más habituales de los corredores: las famosas uñas negras que pueden llegar a desprenderse, además de una posible rotura de los ligamentos de los dedos que con el tiempo puede llevar a una fractura en el metatarsiano.
Con estas zapatillas podrás lanzarte al running con total comodidad y seguridad:
Asics GEL-PULSE 11
Están pensadas para correr con comodidad sobre el asfalto. Con suela exterior de goma para un mejor agarre para que puedas entrenar también en los días de lluvia. Con buena sujeción y muy confortables, para que nada te impida llegar tan lejos como quieras.
Adidas Solar Glide 19
Estas zapatillas combinan una suela flexible y una media suela con amortiguación para que tengas un buen impulso en cada zancada. El refuerzo lateral garantiza la sujeción y que el talón se mueva de manera natural.
New Balance Fresh Foam Beacon v2
Una zapatilla ligera con una gran amortiguación que te ayudará a conseguir un alto rendimiento. La suavidad de la pisada hace llevarlas sea de lo más confortable.
Si ya eres una experta, estos son algunos de los modelos mejor valorados entre los expertos en running:
Asics Nimbus 22
Especialmente pensada para corredoras de pisada neutra, está dotada de la mejor tecnología para conseguir el máximo rendimiento. Minimiza el impacto, reduce el peso y proporciona gran estabilidad.
Brooks Glycerin 17
Pensadas para correr sobre el asfalto y recorrer largas distancias con ritmo lento. De pisada suave y con ajuste acolchado es una de las zapatillas mejor valoradas.
Nike Zoom Rival Fly 2
Esta zapatilla se inspira en las carreras de relevo japonesas y tienen unas ranuras flexibles en la suela para optimizar el despegue. Además de sus avances técnicos, tienen un look futurista que las hace muy atractivas.