La joven promesa de estilo espontáneo. Entre 1991 y 1992, la pareja de Gwyneth Paltrow era el actor Robert Sean Leonard (El Club de los Poetas Muertos y House). Ella tenía veinte años, era el inicio de su carrera y aún se vestía según sus gustos, no se rodeaba ni de estilistas ni de grandes firmas. El resultado salta a la vista, un estilo sin pretensiones en el que cabían bermudas con medias de cristal y los vestidos camisón propios de la época.
La siguiente pareja, ya en el 93, fue el cantautor Donovan Leitch (el daily mail ha publicado recientemente unas fotografías de la actriz junto al cantante en actitud cariñosa). Es una chica mona de la época, pero no destaca por su estilo. Tiene por costumbre tapar su cuerpo, quizá por inseguridad, quizá porque en la época el ‘oversize’ también estaba de moda.
Los años de Brd Pitt y el minimalismo. Desde 1994 a 1997 fueron una de las parejas más guapas de Hollywood. La actriz comienza tímidamente su relación con los grandes diseñadores, son los años dorados del mínimal y de la marca Calvin Klein, quien la viste en cada evento. Sus ‘outfits’ se componen de sencillísimos vestidos que responden a la máxima “menos es más”.
Tiempos confusos de romances, rumores y mal gusto. Tras la ruptura con Brad Pitt, los rumores la relacionan con los actores Viggo Mortensen y Scott Speedman, pero quien fue su novio oficial durante tres años (de 1997 a 2000) es el actor Ben Affleck. El estilo minimalista-americano que dominaba a la perfección desaparece, llegan nuevos tiempos y ella no consigue encajar en las nuevas tendencias, a lo que tampoco ayuda su pareja, poco preocupado por estas cuestiones.
El cambio de armario definitivo. Durante los años 2001 y 2002 se la relaciona, de manera oficial, con los actores Luke Wilson, Aaron Eckhart y Mark Wahlberg (y existen rumores de romance con el cantante Bryan Adams y el actor James Purefoy). En estos años comienza su relación más estable hasta el momento: Gwyneth Paltrow y los diseñadores. Íntima de Stella McCartney o Valentino, a quienes confía con éxito sus estilismos de alfombra roja, que empiezan a ser más arriesgados y, por fin, mucho más acertados.
La era Chris Martin: una mujer segura. Conoce al cantante a finales de 2002, se casa, tienen hijos, se lanza a cantar, a escribir un libro y a crear el blog goop.com. Parece que todo se le da bien. En la calle su estilo se vuelve ‘cool’, no es fácil verla despegada de sus magníficos pitillos de Rag & Bone y sus bolsos de Saint Laurent. Se convierte en una ‘it girl’ y a ello contribuye estar invitada a todos los eventos de moda y a estar casada con uno de los músicos del momento, el deseadísimo cantante del grupo inglés Coldplay.
Tras recuperar su figura, con una obsesiva dieta y la ayuda de su entrenadora personal, Tracy Anderson (de la que se convierte en socia), su consigna en la alfombra es enseñar. En abril de 2008 aparece en el estreno de Iron Men dejando ver sus piernas con un McQueen negro. En la gala del MET de 2012 enseña escote lateral con un Prada celeste. Una de sus últimas apariciones con su ya exmarido fue en enero de 2014 estrenando la colección de Valentino antes de que pudiéramos verla en el desfile.
Aún vestida de largo, su nuevo estilo sexy sin complejos nos deja ver su anatomía. En 2010 se apunta al ‘cut out’ con vestido de Emilio Pucci., en el estreno de la película Country Strong. Igualmente arriesgado fue el ‘look’ que eligió en 2013 para el estreno de Iron Men 3, con un Antonio Berardi de laterales transparentes. En enero de 2014, prefirió enseñar escote con un mono negro de Diane Von Furstemberg. Parece que llegan nuevos tiempos en el aspecto sentimental, desde aquí deseamos que no abandone su estilo.