El Frac es la indumentaria civil masculina de máxima etiqueta. Es el traje que se reserva para actos que se realizan por la noche y en lugares cerrados. De día sólo en ocasiones muy concretas como actos académicos. Tanto el Rey Juan Carlos I como el Príncipe Felipe lo han usado en numerosas ocasiones, la última en la cena de gala celebrada en honor al presidente de México. Es el único traje que admite ciertas condecoraciones como los collares, las grandes cruces y las encomiendas en tamaño natural.
El uniforme militar de gala se utiliza en actos oficiales y en los de etiqueta y gran etiqueta. Tanto el Rey Juan Carlos como el futuro Felipe VI conocen bien los uniformes de gala de los tres ejércitos españoles. Los hemos visto de uniforme durante la celebración de la Pascua Militar, en audiencias militares, presidiendo el desfile de las Fuerzas Armadas y también en bodas reales o en actos de investidura de otros reyes europeos.
El Chaqué se reserva exclusivamente para aquellos actos relevantes que exigen etiqueta y que tengan lugar entre las nueve de la mañana y las siete de la tarde, aunque esta regla actualmente se ha suavizado. Este traje no admite condecoraciones, aunque se permiten algunas en miniatura como las que llevan el Rey Juan Carlos I y el Príncipe Felipe. Este tres piezas prácticamente no ha cambiado a lo largo de los años: entre la primera fotografía y las dos siguientes han pasado 25 años.
El esmoquin se utiliza en acontecimientos sociales que transcurren de noche y no precisan el uso del frac. Se compone de una chaqueta cruzada con una o dos filas de botones, solapas forradas de seda y pantalón adornado con una tira de seda que recorre la pernera en los laterales. Se acompaña de camisa blanca con pechera y pajarita. Este tipo de traje que el Rey Juan Carlos I y Felipe de Borbón han usado en bailes, fiestas y espectáculos no admite condecoraciones.
El traje de chaqueta oscuro es la menos formal de las indumentarias ‘formales’ masculinas. Se utiliza para todo tipo de actos civiles que no requiere ninguna etiqueta y se ha convertido en el uniforme de trabajo de la realeza ya que el resto de indumentaria se reserva para eventos de gran relevancia. Son básicos en el armario de Juan Carlos I y del Príncipe Felipe los de color azul marino y negro.
El traje de chaqueta claro es un imprescindible para todo tipo de actos civiles que se desarrollan de día. El Rey Juan Carlos I es además un coleccionista de corbatas y siempre ha elegido cuidadosamente el color de la que va a lucir en cada ocasión. Esta sutil simbología sin duda ha sido heredada por su hijo, a quien hemos visto incluso combinarla con el color del vestido de su esposa.
La ropa informal depende de los gustos de cada uno. El Rey Juan Carlos I no se desprende del todo de un cierto clasicismo y casi siempre, salvo en contadas ocasiones, lo vemos usando chaquetas aunque sean ‘sport’. También al Príncipe Felipe es habitual verlo combinar chaquetas informales con pantalones, incluso vaqueros, pero sólo en vacaciones, en salidas privadas y en algún acto con gente joven.
En cuanto a las aficiones, ya sabemos que padre e hijo comparten la pasión por navegar. Es en el barco cuando podemos verlos más relajados y con ropa más cómoda, el momento en que se sienten libres para usar polos, bermudas y hasta gorra de beisbol.