Ya es obligatorio llevar mascarilla tanto en espacios cerrados como abiertos, siempre que no se pueda garantizar la distancia mínima de seguridad de dos metros. Las que se aconsejan para la población en general son las higiénicas y las quirúrgicas, es decir, las de tela o las azules desechables de farmacia. Ambas ayudan a filtrar el aire exhalado impidiendo el contagio de una persona enferma a otra sana.
Las higiénicas, que puedes desinfectar y volver a usar, se están convirtiendo en un complemento de moda en el que las marcas están invirtiendo toda su creatividad y algunas, como la de Laura Escanes o María Pombo, incluso en objeto de deseo.
Esta mascarilla de protección es de la marca ‘ese O ese’, su precio es de 9,90 euros y está disponible en una gran variedad de tejidos lisos y estampados. Es hidrófuga, está certificada por ITEL (El Instituto Técnico Español de Limpiezas) conforme a la especificación de la norma UNE0065:2020 sobre mascarillas higiénicas reutilizables para adultos y niños. Incorpora un filtro no extraíble y la capa interior es de poliéster reciclado y viscosa, que absorbe la humedad y evita la condensación localizada.
Lo genial viene en la capa exterior, cuyo material varía según el modelo, con más de una docena de tejidos, algunos a juego con prendas de la colección de verano de la marca. Los fabricantes, siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias, recomiendan lavar la mascarilla a 60º C con programa para ropa delicada y dentro de bolsa para lavadora, plancharla diariamente a 150º C y lavar las manos con jabón o gel hidroalcohólico antes de ponerse la mascarilla.
Fabricadas en doble tejido 100% algodón reciclado de su colección de verano, las de Berta Cabestany han conquistado a la influencer Patricia Sañes y a la diseñadora y estilista Blanca Pérez Cabrero con su patchwork de estampados de vichy. Tienen un precio de 20 euros en la web de la marca y las producen bajo pedido. Cumplen con las indicaciones sanitarias para su desinfección porque son lavables a 60º C.
Las de Collina Strada además de bonitas, son solidarias: por la compra de una mascarilla donan 5 a los trabajadores del sector sanitario de Nueva York. Se distinguen por el tejido, restos de otras colecciones de la marca, y porque se abrochan con dos grandes lazos que sujetan y adorna. Tienen una abertura para incorporar un filtro desechable y se pueden lavar a 60º C.
Para gustos más sobrios, Adidas ha lanzado una mascarilla negra reutilizable que se ha fabricado en un tejido transpirable, más cómodo para hacer deporte ya que la cubierta facial está hecha con adidas Primegreen, un tejido de alto performance reciclado libre de plástico virgen y que se adapta al rostro para mayor comodidad durante cualquier actividad. Se vende en packs de tres unidades a un precio de 12,95 euros. De cada venta la marca destinará 2 euros al fondo global de respuesta al coronavirus de Save The Children. Desde la marca advierten que se debe lavar antes de cada uso (también del primero) a 60º C utilizando detergente normal.
El diseñador Miguel Marinero ha fabricado una colección de mascarillas de lino, pero no ha querido dejar de lado a las novias, para las que ha creado una mascarilla especial de tul bordado sobre crepe. Incorpora en el interior un filtro de carbón activo que se debe reemplazar cada una o dos semanas. Su precio es de 35 euros más gastos de envío.
Muchas otras marcas se han apuntado a la fabricación de mascarillas creativas, muchas de ellas con tejidos reciclados de sus colecciones como las de la diseñadora Celia Bernardo o las de la marca Cherubina, pero cada vez encontramos más firmas de moda que las incluyen en sus colecciones de temporada. Ya las tienes en La Condesa, Fernando Claro, El Ganso o JC Pajares, y está claro que, tratándose de un complemento imprescindible, el catálogo se irá ampliando a medida que pasen las semanas.