Llevas semanas cómodamente calzada y vestida. Las zapatillas son tus mejores aliadas y tu uniforme de diario es la suma de unos leggins y una sudadera o un jersey, cómoda, comodísima. Pensar en qué modelito te pondrás el primer día que salgas a la calle te puede provocar hasta vértigo, pero es posible que no tengas que cambiar demasiado tu indumentaria.
Los leggins, esa prenda que te ha salvado la cuarentena, tienen más recorrido del que imaginas. Encontrando los adecuados y sabiendo combinarlos bien pueden ser una prenda que sienta genial, muy versátil e incluso estilosa. Te damos algunas pistas para que no los dejes de lado cuando puedas volver a la calle.
Si buscas un leggin que te haga tipazo deberías elegir los de cuero o de efecto piel. Si la prenda está bien hecha, seguro que notas cómo te estiliza, pero debes ser realista, aunque mejore tu figura esta prenda puede ser poco amable con tu cuerpo. La explicación está en el patrón, que al carecer de bolsillos amplía visualmente el culo y las caderas. Apostar por combinar estos leggins con prendas largas es una buena primera idea para acertar el día que los saques a la calle.
Los de vinilo son la nueva obsesión de las Kardashian, por obra y gracia de Balmain, y de Paula Echevarría, con la complicidad de Calzedonia. Las primeras los combinan en total look -vinilo de pies a cabeza- monocromático que resulta especialmente atractivo. La segunda, mucho más contenida que las hermanas, prefiere sumarle una sudadera, abrigo y zapatillas de deporte, aunque en primavera puedes cambiar el abrigo por una gabardina.
Estos leggins de Stradivarius son perfectos para el día y para un look casual, pero hay que conocer sus reglas de juego. La primera: el estampado se estira en las zonas más ancha del cuerpo, las caderas, cuidado con eso. La segunda: se trata de una prenda muy sport que es más fácil de combinar con zapatos planos y deportivos. La tercera: relájate con el color del resto de tu ropa.
Estos jeggins son una especie de vaquero super skinny tan pegados al cuerpo que hacen las veces de segunda piel. Suelen ser de algodón fino, por lo que sujetan menos que un vaquero pitillo y en este caso sientan mejor a las figuras menudas. Para las que no son tan delgadas hay otras opciones, porque algunos modelos de H&M disponen de bolsillos y costuras estratégicas que hacen efecto push up y ayudan a levantar las nalgas y estilizar las piernas.
Los leggins de deporte, ya sean tan delatores como los de Adidas o más discretos como los que puedes encontrar en Oysho o Decathlon, puedes reservarlos sólo para ejercitar tu cuerpo o convertirlos en una prenda de diario. Basta cambiar las deportivas por unas botas y la sudadera por una chaqueta, abrigo o gabardina y conseguirás que de los leggins de deporte se conviertan en un básico de tu armario.
Los leggins de ciclista también tienen su sitio en la calle. Aparecieron por sorpresa como novedad estilística hace un par de años y parecen haber encontrado un hueco en el street style. Las prescriptoras de moda los han convertido en un básico que combinan con camisas largas, con chaquetas oversize atadas a la cintura, con botas militares e incluso con sandalias y zapatos de tacón.
Si utilizas cualquier prenda con lana o algodón, leggins incluidos, consigues automáticamente que tu look se vuelva confortable. Combinando unos leggins de piel con un suéter de lana aportarás calidez a tu estilismo y si lo llevas con una blazer o gabardina atada a la cintura, haces que parezca más sofisticado. Para las mañanas combina los de algodón con sudaderas, camisetas, parkas y cazadoras amplias, súmale unos zapatos planos o unas deportivas y serán tus mejores aliados.
También puedes optar por usarlos en lugar de unas medias y llevarlos debajo de vestidos y faldas, que sean un apoyo y no el centro de tu look. Puedes elegir una falda con aberturas para que al caminar puedas enseñar tus leggins, un vestido asimétrico para combinarlo con los estampados e incluso sacarlos de fiesta debajo de vestidos bordados apostando todo al negro, o jugando con los contrastes de color.